“En los embriones congelados hay un ser vivo que está esperando un destino”

martes, 15 de octubre de 2019
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15/10/2019 – En 2008, una pareja de La Plata acudió a una clínica especializada por problemas de fertilidad y decidieron recurrir a la ovodonación. Con el material genético de los miembros de la pareja se obtuvieron once embriones que se criopreservaron.

Del total de embriones generados se implantó sólo uno y esta pareja tuvo una hija. En tanto, y durante 10 años se mantuvieron congelados los embriones restantes. En julio de este año, finalmente, la pareja decidió no seguir conservándolos y acudieron a la Justicia para su destrucción.

El juez hizo lugar a esta petición. En medio de un vacío legal, es el tercer fallo de este tipo en Argentina y tiene la particularidad de haberse basado en un proyecto de ley que está “frenado” en el Congreso.

El “descarte” -como es la denominación judicial- de los embriones criopreservados se produciría dentro de 15 días después de que la sentencia quede firme.

El fallo, que tuvo lugar el 30 de septiembre pasado, reconoció el “cese de la voluntad procreacional” de la pareja. También la negativa de donar esos embriones “a terceros o a investigación”, algo que no estuvo presente en los dos fallos anteriores.

El doctor Nicolás Lafferriere, abogado especialista en bioética, Director del Centro de Bioética, Persona y Familia y conductor del programa “Por la Vida” se refirió en extenso sobre este tema.

El doctor Laferriere sostuvo: “La verdad es que es una sentencia bastante grave, bastante pobre en sus argumentos. Espero que no se consolide la idea de que la solución pasa por descartar los embriones cuando la solución a este tema pasa por otro lado. La solución pasa por que las personas que promueven la fecundación in vitro dejen de generar tantos embriones y dejen de poner a todas las personas en estos dilemas que son muy serios”.

El especialista aseguró que, en estos embriones congelados hay un ser vivo que está esperando un destino. La principal responsabilidad recae sobre los profesionales que los llevaron (a los padres) ha ejecutar esta técnica y también sobre el legislador que debería tomar medidas para restringir todo esto que está pasando y evitar que se sigan produciendo embriones sobrantes”.

Finalmente, el letrado recordó que “del lado de la Iglesia los principios son los de siempre fundamentalmente el sentido unitivo y procreativo del acto conyugal, la defensa de la vida del embrión, la no destrucción de embriones, la no generación de embriones in vitro y la no sustitución de persona”.