Identificar las emociones disfuncionales

miércoles, 29 de abril de 2020

29/04/2020 – Algunos prefieren no salir ni siquiera a hacer las compras; otros se paralizan tan sólo por ver las noticias. Asustados, angustiados, desorientados: se sienten vulnerables ante una amenaza invisible , el nuevo virus que provoca una pandemia. El doctor Roberto Ré es médico especialista en Psiquiatría, posee un master en Neuropsicofarmacología Clínica, es miembro fundador de la Asociación Argentina de los Trastornos de Ansiedad (A.A.T.A), es fundador del teléfono para la esperanza (asistencia al suicida) y director de la RED SANAR (www.redsanar.org): grupos con orientación humanista y cristiana en el marco de la pastoral de la salud. Nos acompaña los días martes en el programa “Hoy puede ser”. En esta oportunidad dialogamos sobre las emociones disfuncionales que aparecen durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Emociones funcionales y disfuncionales
Las emociones no se eligen. Nos ponen en comunicación con nosotros mismos y nuestra interpretación del mundo. Nos pueden hacer sufrir cuando no las aceptamos y no sabemos aprovechar la información que nos dan. Negándolas o ignorándolas, podemos cometer acciones erróneas. Es decir, según el manejo que hagamos de ellas, serán funcionales o disfuncionales. Las emociones se desencadenan ante diferentes situaciones (vivencias, conversaciones, noticias…). Una reacción funcional, de forma muy resumida, es adaptativa a la situación. Una reacción disfuncional, sin embargo, es exagerada, sin sentido o no adaptativa.

¿Cómo trabajar las emociones?
El doctor Re considera fundamental que las personas aprendan a conducir sus emociones, especialmente las negativas, cuando este trabajo no se realiza, explica el psiquiatra, se puede caer en el desequilibrio emocional con innumerables consecuencias para la vida interior, la salud física, emocional, mental y social.
¿Cuáles son las emociones disfuncionales más comunes en este tiempo de pandemia?
“El miedo es la más común”, contestó el Dr. Ré. Hay un miedo bueno que nos preserva del peligro, pero hay otro malo que nos abre la puerta a ciertas patologías. El desconocimiento de cualquier índole nos provoca miedo, incertidumbre y muchas veces angustia; pero cuando ese desconocimiento se asocia a la enfermedad orgánica, la angustia se incrementa, porque nos conecta con la muerte.

Reconocerlas poniéndoles nombre propio; alfabetizarlas.
Para comenzar a trabajar con las emociones el primer paso es reconocerlas, debemos desarrollar la habilidad de observar y comprender qué ocurre en nuestro interior, lo cual no es una tarea sencilla, ya que desde pequeños nos educaron a esconder aquello que sentimos. Hay que despegarse de las emociones negativas, no sentirse identificado, sabiendo que uno no es aquello que siente, si no mucho más.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.