04/04/2018 Una vez escuché a una persona preguntar: “Jesús ¿reía?”
Es evidente que Jesús rió porque fue un niño, joven y hombre sano en cuerpo y alma y como tal no hay duda de que sonrió y rió cuando algo divertido pasaba en su entorno.
Lo que pasa es que eso no podemos probarlo con una cita textual en los Evangelios. Aunque sí hay indicios.
En el Evangelio de San Lucas, por ejemplo, leemos esta expresión: “Jesús se estremeció de gozo en el Espíritu Santo…” (Lc 10:21) y recordemos también que los niños se acercaban a Jesús, y no lo hubieran hecho si el Señor no les hubiese sonreído.
La pena es que ningún gran artista en toda la historia del arte cristiano ha pintado o esculpido a Jesús riendo. Hay algunos Cristos crucificados que sonríen, como el de la Capilla del Castillo de Javier que es muy bello, pero son excepción.
El Papa Francisco, en una homilía del 3 de diciembre de 2013, nos dijo: “No estamos muy acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría”
La mejor manera de contestar la pregunta sobre si Cristo sonrió es con nuestra propia sonrisa.