La amistad como sacramental

domingo, 27 de julio de 2008
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Oración de Invocación al Espíritu Santo de Dios

Espíritu Santo, todo mi ser Espíritu Santo esta hecho para el encuentro con los hermanos, has puesto delante de mi el llamado a caminar con los demás, por eso estoy aquí en tu presencia Espíritu Santo, para pedirte que alimentes mi sentido comunitario, quiero aprender a trabajar con los demás, quiero evangelizar la unión con toda la iglesia que camina.
Enséñame Espíritu Santo a buscar caminos de dialogo y unidad con los demás cristiano que luchan por tu reino, que nuestra santidad sea comprometida y comunitaria y no busquemos salvarnos solos, tampoco permitas que nos encerremos en pequeños grupos que se sienten superiores o iluminados, toca nuestros corazones y nuestras miradas para que aprendamos ha abrirnos a todos, para que podamos llegar a todos.
Danos la sensibilidad del amor para adaptarnos a lo que ellos viven, a sus inquietudes y necesidades, así caminaremos con ellos para extender juntos el reino de Dios.
Ven Espíritu Santo, ven sobre nosotros en este día, ven sobre todos los oyentes de radio Maria, ven sobre todos nuestros amigos, amigas, donde quiera que se encuentren.
Ven Espíritu Santo a darnos palabras de vida. Ven a través del sagrado corazón  Inmaculado de Maria, reina de la paz. Amen.
Maria reina de la paz, ruega por nosotros y por el mundo entero.

La amistad como sacramental

Día del Amigo, se celebra por que se cumple un aniversario más de la llegada del hombre a la luna.
En Argentina cae en el mes de Julio que es una etapa a propicia para compartir en lo íntimo, el calor de un mate, un café, pero también el calor de la amistad que se comparte, del dialogo abierto, de la comunicación de los afectos, de las miradas, me parece un día excelente para compartir un rato a solas con Jesús, de tu a tu, de corazón a corazón, descubrirlo como el amigo fiel, ese amigo incondicional, por el cual y en el cual, tiene sentido toda otra amistad.
Hoy vamos a hablar de la amistad como sacramental, y también como vocación.
Porque estoy seguro, que ayer, hoy y mañana se va hablar tanto de la amistad, en los medios de confusión social, digo en los medios de comunicación social, llega a uno a saturarse, de una cosa melosa, acaramelada, super endulzada.
Vamos a descubrir la amistad como sacramento, desde otra óptica, lo que significa la amistad, los creyentes ustedes y yo aceptamos los sacramentos, sabemos que los sacramentos son signos eficaces por los cuales se trasmite la vida de Dios, la gracia.
Muchos creyentes aceptamos los sacramentos y sentimos un cosquilleo cuando no lo recibimos, pero no nos pasa a veces lo mismo por haber sepultado inconcientemente determinado valores sacramentales, que quiero decir con esto, por ejemplo la amistad es como un valor sacramental, y por que digo esto, porque los sacramentos presuponen la amistad.
Si en los sacramentos se trasmite la misma vida de Dios, la gracia en lo sacramental esta la presencia del amor de Dios y la amistad es como un sacramental, y digo mas los sacramentos presuponen la amistad, la Eucaristía, por ejemplo ante que nada es la celebración de la amistad.
Gabriel Marcel testimonia sobre esto diciendo que los encuentros han desempeñado un papel importante en mi vida, he conocido seres en los cuales he sentido tan viva la realidad de Cristo, que ya no me era lícito dudar.
Fijensen que importante, la presencia de Cristo en el  otro. Cristo que se me  entrega en el otro, que se me rebela en el otro.
Pienso que hasta que no entendamos los sacramentos y vivenciemos el sacramentario de la amistad, andaremos vagabundeando  un poco alrededor del cristianismo de Cristo, digo alrededor, pero no dentro, me explico, esto es lo que abunda hoy en día, vagabundear alrededor del cristianismo, pero no dentro del misterio, no dentro del reino.
Un pensador, Lasnilao Boro, decía que: quizás habría que aludir aquí  con su serenidad estremecida a la amistad a los discípulos de Emaus, que es un poco el texto que nos va a iluminar hoy.
Permanecieron juntos, habían abandonado todo, habían huido, pero no se habían separados, cuando una amistad humana se mantiene fiel hasta el fin, hasta el quebrantamiento de todos los sueños y esperanza, entonces esta muy cerca de Dios. De ese Dios que creíamos lejos, como los discípulos de Emaus, los dos discípulos no han cesado de hablar y estar juntos, de esta manera dieron ocasión a Cristo de introducirse en su conversación, con este singular suceso Cristo nos dice, mantén fielmente tu amistad, tu destino de comunión con los demás, común-unión, si podes todavía pronunciar todavía la palabra Tu, vos, no estas perdido, es posible que al pronunciar esta palabra, comience yo a ser aquel con el que hablase.
La gran ocasión del ser humano actual, los discípulos de Emaus son un símbolo de nuestra situación en el mundo, también hoy día, es la amistad vivida sinceramente, aun cuando la amistad no es un sacramento en el sentido estricto, sin embargo podemos estar convencidos de que puede realizar todo lo que esperamos de un sacramento. Lo sacramental, lo que lleva a Cristo Jesús, eso, no se limita en nuestro mundo redimido a los siete sacramentos, estos solo son puntos de concentración de la presencia del resucitado, existen otros lugares de encuentro con el Señor, que son tan eficaces e inclusos pueden ser mas eficaces que los propios sacramentos, decía el teólogo Boros.
Así que la amistad es lugar privilegiado de la gracia , su domicilio, desde la comunidad de los amigos brota la gracia y rebosa así a los demás, ahí se ve también, como termómetro si de verdad es una autentica amistad, que comunica vida, valores, esperanza, solidaridad, justicia, verdad, paz.
En el Vaticano II, en el concilio digo, se habla de los cónyuges, a quienes incumbe también el ser amigos, se dice los cónyuge cristianos son mutuamente para si, para sus hijos y demás familiares, cooperadores de la gracia y testigo de la fe, que interesante que es todo esto.
Un hombre turbado, inseguro y confuso con respeto  a si mismo, con frecuencia se convierte en un  consejero para el amigo y en esto reside una gracia especial de Dios.
¿Cuál?
La gracia de ser gracia para otros, la gracia de  ser canal de gracia para otro, canal de vida para otro, canal  de luz para otro, canal del amor incondicional de Dios para el otro.
La amistad de su propio ser es una  mediación de salvación de gracia, de liberación, de redención, es un acontecimiento decisivo para la vida del ser humano.
La amistad es un exquisito don, regalo de Dios, origen y fuente de muchos dones, donde Dios y porsupuesto también  conquista del esfuerzo humano. Este esfuerzo es también gracia, porque todo es gracia, todo es don, pero la amistad es una gracia imponente, basta haber tenido alguna experiencia de amistad.

¿No ardía nuestro corazón? confesaban  los de Emaus, recordando la animada conversación con el resucitado
Lucas 24, 32

Sobre todo en los momentos de  un vivo encuentro  en la fe, se palpa la presencia del Cristo viviente, la fe se aviva, surge una claridad inesperada, te sentís invadidos de coraje, fortalecido en tu misión, como si te hubieran transfundido sangre nueva.

Santa Teresa de Ávila, tiene un relato muy interesante, hablando de las que habían llegado a la oración de quietud, dice:
Querrialas muchos avisar que miren no escondan el talento, pues  parece las quiere Dios  escoger para  provecho de otras, en  especial en estos tiempos, que son menester amigos fuerte de Dios para sustentar a los flacos.
Fijensen que dice Santa Teresa de Ávila, en estos tiempos que es menester,  es necesario, amigos fuertes de Dios, para sostener a los flacos, a los débiles, que interesante.
Sabe el demonio, que esta todo el medio de un alma en  tratar con amigos de Dios y así no habría medio para que yo me determinase dice Santa Teresa de Ávila.

Dentro de la amistad, los amigos son gracia unos para con los otros, con tal que no se instrumentalicen, porque entonces habría muerto la amistad y por lo tanto el camino de liberación.
Toda cosificación del otro es siempre profanación, y por lo tanto negación de la amistad. Un egoísmo espiritual, por muy espiritual que sea, será siempre egoísmo.
Por eso los chinos describen el poder de la amistad en un proverbio:

Un humilde amigo en la aldea, vale más que dieciséis hermanos influyentes en la corte.

Que en una situación de amistad que el otro sirva de ayuda, no quiere decir  que se haya reducido al papel de medio, aunque solo fuera para permitirnos  responder al amor de Dios.
La amistad tiene un valor demasiado noble para convertirse en simple medio, en realidad el amigo, nuestro compañero de camino se descubre como el sacramento vivo de nuestro propio devenir.
El amigo no es un objeto del que uno se sirve, es un sujeto, un en si, pero constituye también una misma cosa con ese otro sujeto que soy yo, y gracias a esta común-unión en la alteridad, me refleja, me ilumina, me dice lo que soy ya, y me anuncia lo que no soy todavía.
Tengo necesidad del él, como de otro yo que reclama algo mejor como yo mismo y al revés somos mas o menos ayudados, por aquellos a quienes ayudamos.
Por esto Cristo dijo con toda seriedad, aunque los cristianos no lo hemos tomado demasiado en serio.

Mateo 18, 20
Donde hay dos o mas reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Y Jesús lo dijo con tanta seriedad, como cuando anuncio:

Hagan esto en mi memoria.
Lucas 22, 19

La amistad, es un sacramento que hace a Cristo presente, en medio de los que se aman y comparten su fe.
Los creyentes cristianos ligados por la amistad, comparten la fe en Cristo, no solo en un Cristo estático, localizado, en el altar, en el cielo, pasado, sino también en su vivir, o mejor en su convivir, allí hay una realidad sacramental que hace presente a Cristo, no se trata de una presencia subjetiva o memorial como el papá esta presente en el medio de los hijos, que le recuerdan, sino de una presencia real, viva, dinámica,
Toda convivencia realizada en caridad es como el pan, sobre el que se ha pronunciado la consagración, toda convivencia en amor es una celebración litúrgica, y la presencia de Cristo es siempre salvadora, como lo fue su presencia fisico histórica.
Así vivieron los primeros cristianos su presencia, a través de su Espíritu después de la resurrección, les hace tomar clara conciencia de su misión, les confirma en la fe, les hace tomar conciencia de los pobres que les ha entregado, les reprocha, les infunde confianza, les lanza hacia el mundo.
Si, esta es la idea de la amistad como sacra mentalidad que quería compartir y que estamos dedicando de alguna manera a descubrir la amistad como valor, desde otra óptica.

La amistad, tiene que ser lugar de encuentro con el absoluto.
Hoy como nunca estamos rodeados de cosas divididas, fragmentadas, lo notamos, estamos como tironeados, ajetreados.
La amistad, al final por una innata trascendencia, tiende, remite a Dios, hace sentir al absoluto, vivir momentos de plenitud, la amistad viene del amor.

Decía Simón Weill:

Nada hay tan fuerte en las cosas humanas para mantener la mirada intensamente abierta a Dios, como la amistad de los amigos de Dios.

El Dante ha expresado con gran vigor poético esta trascendencia que conduce la amistad, en el canto 28 del Paraíso, describe con pocas palabras su episodio conmovedor:
Beatriz, mira a Dante con una sonrisa amorosa, atrayendo con su belleza, toda la fuerza de la mirada de Dante,  pero al contemplar al poeta, Beatriz, se estremece al ver que sus ojos refleja a Dios, rodeado por un circulo compuesto de angeles.

Se trata de un símbolo, de lo que puede ocurrir en la amistad de dos frágiles seres terrestres, donde hay caridad y amor allí esta Dios, reza un viejo canto litúrgico
También podemos decir donde esta la amistad verdadera, profunda, trascendente, esta Dios.
Quienes se aman al mismo tiempo  experimentan la presencia de Cristo, experimentan un elevado encuentro con su Padre, con el absoluto, con el que es fondo de su propio ser, con lo trascendente, el ser humano tiene el privilegio de poder experimentar en la amistad de los seres humanos la presencia de Dios.
La contemplación de Dios no es una contemplación solitaria, se redobla el gozo del corazón porque precisamente es compartida.
La celebre escena en el puerto de Ostia, en Ostiantica, cerca  de Roma, en que Santa Mónica y San Agustín, madre e hijo en contemplación estática se elevan juntamente sobre todo lo creado para sumergirse en Dios. Es algo maravilloso.

La existencia humana es capaz de reflejar a Dios, gracias a la amistad, porque la amistad tiene el sello de la gratuidad de Dios, la libertad de ese amar primero, de servir primero,  de dar el primer paso siempre, de esa gratuidad, de esa incondicionhabilidad.
El amigo, dirá Boros, es un lugar de encuentro con el absoluto, lugar donde inexorablemente acude Dios y donde irrumpe en lo profundo del ser humano, causando un  profundo estremecimiento en su existencia, porque a partir de esto, esta existencia cobra una profundidad, densidad y una intensidad inefable, inusitadas, hay una sensación de ensanchamiento, de encandesencia, de iluminación, de elevación, de plenitud, de llenes en el fondo de uno mismo.
Es Dios el que llama a los seres humanos a la amistad, eso es bíblico, la Biblia, es una historia de amor, en que Dios enamorado sale en busca de la mujer, el hombre, de la humanidad, toda la Biblia es historia de encuentro y desencuentros,  de fidelidades de parte de Dios y de infidelidades de parte de los seres humanos.
El amor y la comprensión de los amigos, son el amor y la comprensión de Dios, los otros de forma similar a Cristo Jesús son sacramento del Padre, la amistad de los seres humanos es una patentizacion de la amistad de Dios.
Y cuando uno busca al amigo perfecto se equivoca, como bien dice aquel refrán, al amigo no hay que buscarlo perfecto, hay que buscarlo amigo, hay que buscar lo de Dios en el amigo, hay que buscar a Dios en el amigo y por eso hay que disimular sus defectos, sus imperfecciones, sus miserias. Digo, cuando esto no pueda ser corregido, porque es también es tarea del amigo ayudar a crecer, a madurar, a superar tendencias, vicios, malos hábitos, porque el amor recrea, renueva, libera, es vida nueva y además la auténtica amistad es un sacramento de liberación, porque es una modalidad de interrelación creadora que eleva y desarrolla  la personalidad dándole nuevas dimensiones, hace que yo salga de mi yo replegado, egoísta, para el tu y para los demás, por eso no existe la amistad cómplice, la amistad compinche, la amistad que tapa y que oculta.
El amigo nos abre compartimientos cerrados, es verdad, por eso es importante la prudencia, la templanza, guardar el secreto que el amigo me comparte, nos ayuda a ser nosotros mismos y nos enriqueces con todos los bienes que el ha conseguido descubrir en nosotros.
El amigo da seguridad, el sustituye a los mecanismos de defensas con que solamente se auto defiende al que vive en el dolor de la soledad o de la solidariedad.
Quien disfruta de la amistad se siente seguro, libre de prejuicios, la estima de los otros me conduce a la autoestima, porque los otros son un espejo en que él que se mira, al sentirse amado no se juzga un ser despreciable, sino que le lleva a acogerse, asumirse, auto estimarse, aceptarse, a pesar de sus quebrantos y fragilidades.
El amigo es verdad para nosotros, luz, y esto porque nos ve ni demasiado lejos, como quienes pasan a nuestro lado sin mirar, ni demasiado cerca como uno mismo, como quien por tanto mirar de cerca su propia imagen termina por no verse, porque le lloran los ojos o porque se ha enamorado de si mismo.
La experiencia de la amistad es experiencia de nueva vida, en la amistad no recibimos cosa alguna, nada, el ser humano se restituye así mismo antes de que hubiera tenido este amigo, no era el mismo todavía, era solo el papel que desempeñaba o que tenia que desempeñar en el mundo, también el otro, el amigo tiene la misma experiencia consigo mismo, los dos son en la medida que están juntos, en que forman un nosotros, son. Esto explica algo inestimable, cada uno se recibe del otro  con  una mutua donación, por eso cuando uno tiene la experiencia tan fuerte de Jesús amigo, su amor incondicional, gratuito, fidelidad, comienza a aceptarse,  asumirse,  equilibrase, pacificarse, amarse, desde ese amor incondicional, y la vida cambia, se transforma, se renueva.
Gracias al amigo o a los amigos se llega a ser uno mismo, sin complejos, sin temores, sin prejuicios, sin miedos, sin ansiedades. Se llega ha ser lo que el Padre Dios ha pensado de uno, el proyecto original, único e irrepetible, como aporte original para este mundo de Dios.
Soy aburrido en gran medida, repetitivo y monótono, justamente gracias al amigo que te permiten ser libre se llega a ser uno mismo, mediante la compenetración se llega a la autentica posesión de si mismo, es ese darse reciproco, en ese perderse en la entrega donde el ser humano se reencuentra y se restituye a si mismo.
Cuando uno tiene la seguridad del amor de los amigos, y por lo mismo de Dios, todo lo adverso  se vuelve irrisorio, el egoísmo aparece como algo vergonzoso e infantil, el individualismo, la vanidad, la sutiliza, la ironía, el amor como algo dignificante y gozoso, como algo que me dignifica como persona, como ser humano, esto es maravilloso.
Quien ha descubierto la amistad le parece una locura el vivir sin ella, porque ha saboreado lo que es el trascender, la estrechez de su yo, la superación del vació interior, y de la soledad egocéntrica, de sentirse victima de todo, victimista.
La amistad es pacificadora y equilibrada, porque equilibra el psiquismo humano, la afectividad, la emotividad, que hoy en día es un desastre, él que sin ella vive, ni hablar, desarticulando continuamente, no olvidemos que es una de las necesidades vitales como el alimento de la vida afectiva, ella hace viva la vida, y diría yo que los amigos son recíprocamente redentores, y redentores también de los demás, porque redimir significa liberar, la amistad ensancha, por un camino para salvar al mundo, abre al mundo para comunicar el gozo, para que todos los seres humanos se relacionen, y descubran el misterio de la intercomunicación en el amor y desde esa experiencia hacerse creativos para  la solidaridad en el mundo, para obras grandes, para desafíos grandes, en el fondo que han sido los héroes, los santos, las santas, sino persona que se han dejado o experimentado profundamente amados por el amigo. No es eso acaso.
 

La amistad como vocación, como llamado para todos en Cristo Jesús

El ser humano es un ser abierto a la común-unión, en lo mas profundo de su ser grita llamando a los otros para que compartan su vida, y compartir la de ellos en reciprocidad, lo mas frecuente es que el ser humano no se oye así mismo, es por eso es infeliz, sin saber porque. Tiene un malestar que no acaba de adivinar en que consiste, ni cual es su causa, entonces este pensamiento ha sido el motivo de las reflexiones de este día.
Dios nos ha rebelado como es, para que sepamos nosotros como tenemos que ser, familia, amistad, común-unión, lo mas serio que pueda acontecer en el mundo que los seres humanos no nos amemos y lo mas grande es cuando los seres humanos llegan a tender puentes de amor desde el amor de Dios y tan serio y tan fuerte es este amor que esta fundamentado en Dios, que no puede ser erosionado por el tiempo, aunque a veces pase años sin vernos, porque puede pasar, pero uno se encuentra y a los dos minutos es como que vuelve todo, esta todo allí.
Como en aquella famosa frase… Como decíamos ayer
El ser humano esta siempre en busca del amor.

El amor según Pablo desafía al tiempo, Primera Corintios 13, 8

Pasara la frontera sin necesidad de transformarse, la común-unión es el momento mas intenso en la vida del ser humano y todo lo que no se resplandor suyo, es superficialidad.

Sastre decía:
El infierno es el otro.

Pero no porque tenga que ser, sino porque no queremos ser los unos para los otros, lo que Dios ha querido.
Inexorablemente lo que es infierno, es el egoísmo, individualismo, el que me importa, indiferencia.
El egoísta se vuelve su propia cárcel, se repliega sobre si mismo, se avinagra se deprime, y en su propio carcelero, e inagura su propio infierno, que no es otra cosa que encerrarse en la podredumbre de su propio pecado.
El que ama se siente centrado, fijado en el norte, sereno, reconciliado consigo mismo, se ha reencontrado.
El que se ha metido incesantemente en su madriguera desconocerá lo que es la luz, sol radiante, aire puro, la primavera.
Hay que admitir a ojos cerrados esta afirmación maravillosa, del padre Rene Baion cuando dice:
No puedo concebir que un hombre sin amigo pueda ser perfecto, se que en todo caso será un hombre profundamente desgraciado.
Y es que no se puede pecar impunemente contra la propia vocación, la vocación al amor, y será inútil toda pretensión de felicidad por otro camino, es como querer acallar con juguetes a un chico que quiere algo mas serio, comer por ejemplo, o que le den atención o que oren con él.
Y al hablar de  necesidad vital de la amistad, no hablo de un mero rozarse en la vida más o menos placentera, sino de un encuentro de intimidades, de corazones, una compenetración en profundidad.
Vamos a ser claro hoy hay un hiperinflación de caricias, abrazos, de cosa ronronera, una cosa súper inflada de afectivismo, que no siempre es amor, que muchas veces es egoísmo encubierto, inmadurez captativa, adolescentaza eterna, falta de compromiso con el otro.
A la gente le cuesta perdonarse a si mismo, cosas vergonzosas como por ejemplo una borrachera por debilidad, o haber hecho el ridículo, pero se perdonan fácilmente algo que es mucho mas serio, el suicidio por soledad, por falta de amistad, por no querer amar, por no querer dar el paso.
El ignorar la amistad es una de las grandes traiciones a si mismo y a los demás, es darse la espalda a si mismo, dar vuelta enloquecidamente para  encontrar  su propia cola, como hacen los perros.
Estrenar un infierno.
Lo más lindo de la vocación a la amistad saben que es, es que tiene una culminación gloriosa en la vida eterna.
Se de  un hombre, confiesa humildemente Pablo el cual hace catorce años, si  en  el cuerpo o fuera del cuerpo, solo Dios lo sabe, fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar.
Segunda Corintios 12, 3-4

Y agrega Pablo en Primera Corintios 2, 9
Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni la imaginación humana puede soñar lo que  Dios tiene preparado para aquellos que aman a Dios.

Y ahí esta, la culminación gloriosa de la amistad es en el amor eterno, la vida eterna que comienza aquí, ahora, en la resurrección que comienza aquí y  ahora.
Tan solo quien vive en  existencia autentica y fiel a  su vocación, puede avizorar en el gozo de su vida el mañana eterno.
Por eso hay tanta gente que no cree en la vida eterna, si incluso que va a misa, rezan el Credo, pero no creen en la vida eterna, porque no están abiertos al amor, a la trascendencia, a la gracia, no hacen más que mirarse su propio ombligo.
La vida bienaventurada será ante todo la potenciación suprema de nuestra capacidad de relación, de todo nuestro poder de amistad, armonía y compenetración con Dios  que nos invadirá hasta deificarnos, así como el fuego incandescente llega a poner  rojo el hierro, que también parece fuego, así será sentir a Dios como nuestra vida. Y no hay que ser místico para eso, porque todos los bautizados estamos llamados a ser místicos, o sea experimentar fuertemente el amor de Dios.
Armonía, amistad, unidad con los seres humanos, lo que en la última cena de Jesús fue un ruego:

Que sean uno Padre, como vos y yo somos uno
Juan 17, 21

Entonces será una meta plenamente lograda, allí sentiremos de verdad hasta donde nos pertenecemos, hasta donde somos solidarios, hasta donde el amor es lo mas logico y lo mas gozoso de la vida.
Vivir será convivir plenamente, por eso reitero esa imagen preciosa en el puerto de Ostiantica cerca de Roma, en que Mónica y  Agustín, madre e hijo están hay en una contemplación estática en esa despedida se elevan juntamente por encima de todo lo creado para sumergirse en Dios.

¿No es allí esa imagen un anticipo de la vida eterna, paraíso, de una plena comunión con Dios?

Por eso mis hermanos, mis amigos todos donde estén la fiesta ha comenzado.
Y ha comenzado la fiesta porque vos y yo estamos bautizados, porque vos y yo tenemos la gracia de ser hijos e hijas muy amados del Padre de Jesucristo, el Señor, porque vos y yo somos templo del Dios uno y trino, porque somos hombres y mujeres llamados a la común-unión a la participación.
Por eso la fiesta ha comenzado, porque el amor de Dios esta presente en nuestros corazones por el Espíritu Santo.
Por eso la fiesta ha comenzado, y por eso finalmente tenemos que mirar la vida, la VIDA, este peregrinar de todos los días, la FIESTA, con mayúscula y subrayada, muy distinta a la que nos presenta el mundo, que es anticipo de la vida eterna a la que estamos llamados.

ORACION FINAL

Señor, yo quiero darte gracias, por los amigos que me diste, es a través de ellos,  que  la presencia de ellos,  que te has quedado y te quedas a mi lado, que te manifiestas espontáneo, simple, sencillo, cercano.
Mirando a sus ojos muchas veces he descubierto y descubro el sentimiento profundo que se oculta en tu propia mirada Señor.
Dejándome cautivar por su contagiosa sonrisa aprendí también a sonreír.
Escuchando sus confidencias sinceras, aprendí a escuchar tu voz.
Recibiendo tantas pruebas de cariño, espontaneo, libre, gratuito, aprendí a amar a quienes viven conmigo, compartiendo la fe, la vida, los errores, las lágrimas y las alegrías, te admire y te admiro en el rostro sereno de mis amigos.
Gracias te doy, Padre Dios, porque te rebelas, te manifiestas, te das a conocer en gestos tan humanos, y que pueda experimentarte siempre en la persona de tus amigos imperfectos que me aman, has que ellos sean muy felices y que te encuentren siempre en la transparencia de nuestra amistad. Para que yo pueda ser también canal de gracia, de luz y de amor para ellos.
Y para que pueda Senor en este momento tocar a través de los meritos de tu sangre derramada en la cruz, de  tu pasión,  muerte y resurrección y de la poderosa intercesión del corazón Inmaculado  de Maria a todos y cada uno de los enfermos, a los que están débiles, frágiles, tristes, desalentados, replegados sobre si mismos, incomunicados, sin deseo de hablar, sin entusiasmo por la vida, aquellos que están presionados por situaciones especiales de tensión, de exámenes, de incomprensión, de rupturas, que en este momento tu Espíritu Santo se derrame  sobre todos y cada uno de ellos, poniendo luz, dando mociones, discernimiento, para que cada uno pueda encontrar de nuevo la meta, el horizonte, ese faro que lo este llevando a buen puerto, por eso Señor inunda con tu presencia y con una nueva infusión de tu Espíritu Santo a todos y a cada uno de los oyentes, sus familiares, sus amigos, sus comunidades, para que puedan experimentar en este momento ese amor incondicional y gratuito y esa fidelidad de tu amistad, para que puedan sentirse con serena alegría y entusiasmo y abrir los ojos a horizontes mas plenos y dilata sus corazones a horizontes mas plenos.
Te lo pedimos con confianza, Jesús, amigo, audiovisual del Padre Dios, icono del Padre Dios, a través del cual y en el cual el Padre Dios se rebela, se manifiesta y se da a conocer.
Queremos agradecerte tu cercanía, tu intimidad, tu fidelidad, tu amistad Señor.
Y a través del corazón Inmaculado  de Maria, pedimos la bendición sobre todos y cada uno, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

                                Rubén Francisco Bellante