Confianza en que el Señor está cerca

miércoles, 8 de octubre de 2014
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08/10/2014 – Desde la Catedral San José de Gualeguaychú, compartimos la Catequesis, en el marco de la misión de octubre de Radio María Argentina por la región del Litoral.

Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.

Flp 4, 4-7

Pablo no está en las mejores condiciones cuando manda este mensaje a sus compañeros en Filipo, pasa por la angustia y la persecución. Pablo los alienta, también desde sus propios dolores. Seguramente él está experimentando que hay más de una razón para bajar los brazos, pero hay otro motivo más grande: “El Señor está cerca”. Es verdad que pasamos por momentos duros y difíciles, pero aún es más cierto, que el Señor está cerca y acompaña. Sacar fuerzas de donde no las tenemos.

Como por la mañana cuando sentímos que el día anterior fue cargado y agotador nos preguntamos cómo comenzar de nuevo. Tenemos la conciencia clara de los tiempos difíciles, pero tenemos una certeza más honda: el Señor está cerca. Es la invitación de San Francisco de Asís: “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible“.Salir de la nostalgia, que es una idea que duele. En cambio, sí tener memoria, que me hace recordar los lugares por donde transcurrí y cómo fui rescatado.

En la Biblia hay muchos episodios donde aparece la persona frente a inmensas dificultades. Moisés por ejemplo, o Elías. Las dos grandes figuras del Antiguo Testamento, en algun momento dijeron “chau, hasta acá llegué”. Incluso ese relato en donde Moisés regatea con Dios por su pueblo dejando en manos de Él lo a que él le pertenece: este pueblo no es mío sino tuyo.

La cultura del individualismo, esta que nos han metido de superhéroes, es frágil y nos es real. Para salir del desaliento poner la mirada en el Señor y los brazos extendidos unos con otros, haciendo fuerza en común. Es juntos que podemos ir encontrando los valores dentro del pueblo, que a veces se nos esconden, ésto que el Señor nos puso como vocación de ser grandes, no agrandados.

¿Cómo seguir adelante?

Aunque perdamos mil batallas el triunfo está asegurado porque el Señor viene con nosotros. Seguramente a los ojos del mundo esto no será así.

Por su parte, Doña Jovita, comentó que “para salir adelante, en la mañana tempranito antes del mate, ser agradecidos, descubrir el milagro de la vida, de ser único e irrepetible… de ser un milagro de Dios”.

Tengan horror al mal y pasión por el bien (Rom 12, 9). Vivir con pasión por el bien supone hacerlo con fuego, y entregar el cuero en cada momento… para quienes creemos sabemos que todo lo entregado se multiplica.

 

“Tres hermanas del camino de primera calidad

en tanta debilidad van a hacer los tres puntales;

tres aguitas celestiales: fe, esperanza y caridad”   Doña Jovita

 

Padre Javier Soteras