La corona: Reyes y reinas en alegría y comunión

martes, 23 de octubre de 2012
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La corona es símbolo de poder, de realeza, de triunfo y de alegría. Alude a la idea de realización y ese es el sentido que se encuentra en la expresión “coronar una empresa”.

 

En el mundo antiguo, encontramos los siguientes usos de las coronas:

 

* En las competencias: los griegos entregaban una corona de olivo a los vencedores en torneos deportivos; los romanos entregaban una corona de laurel, tanto en los deportes como en los certámenes entre poetas, y también a los guerreros triunfadores.

A este tipo de corona triunfal alude San Pablo:

¿No saben que en las carreras del estadio todos corren, pero uno solo recibe el premio? ¡Corran de manera de conseguirlo! Los atletas se privan de todo, y eso ¡por una corona corruptible! Nosotros, en cambio, por una corona incorruptible. (1ª. Cor 9,24-25).

 

* Para distinguir a los altos funcionarios: la corona era un elemento más de distinción en la vestimenta de reyes y sacerdotes. Ambos, como ungidos de Dios, llevaban una corona de metal precioso como signo de su dignidad. Reyes: 2 Sam 1,10; 12,30; 2 Re 11,12. Sumo Sacerdote: Ex 29,6; Lev 8,9; Eclo 45,12.

Salmo real: salmo 72 (71).

 

* Como adorno de las novias: la novia llevaba una corona de mirto. Esta planta, de ramas flexibles, hojas verdes lustrosas y flores blancas, simbolizaba el amor. Algunos textos proféticos hablan del pueblo como la novia de Dios, y reemplazan la corona de mirto por una diadema de piedras preciosas. Así, se une el simbolismo de la novia con la distinción de la reina; el pueblo reinará junto con su Dios.

 

Quítate tu ropa de duelo y de aflicción, Jerusalén,
vístete para siempre con el esplendor de la gloria de Dios,
cúbrete con el manto de la justicia de Dios,
coloca sobre tu cabeza la diadema de gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu resplandor
a todo lo que hay bajo el cielo.
Porque recibirás de Dios para siempre este nombre:
“Paz en la justicia” y “Gloria en la piedad”.
¡Levántate, Jerusalén!

                                    Baruc 5,1-5

 

Por amor a Sión no me callaré,
por amor a Jerusalén no descansaré,
hasta que irrumpa su justicia como una luz radiante,
y su salvación como una antorcha encendida.
Las naciones contemplarán tu justicia
y todos los reyes verán tu gloria;
y tú serás llamada con un nombre nuevo,
puesto por la boca del Señor.
Serás una espléndida corona en la mano del Señor,
una diadema real en las palmas de tu Dios.

No te dirán más “abandonada”,
ni dirán más a tu tierra “devastada”,
sino que te llamarán “mi deleite”
y a tu tierra “desposada”.
Porque el Señor pone en ti su deleite
y tu tierra tendrá un esposo.

                                              Isaías 62,1-5

 

* En las fiestas, como señal de alegría, los griegos llevaban coronas de flores entrelazadas. Esta costumbre pagana se introdujo en Israel, y aparece como otra manera de expresar el gozo de la salvación: Jdt 15,13.

 

Bibliografía: Diccionario de símbolos y figuras de la Biblia, Luis Rivas, Ed. AMICO.

 

El simbolismo de la corona en el Apocalipsis

 

El libro del Apocalipsis comienza con una visión de Jesucristo Resucitado, quien aparece con atributos reales y sacerdotales. El contexto histórico es la persecución del imperio romano contra los cristianos. El emperador quiere ser adorado con rango de divinidad. Frente a este atropello, los cristianos sostienen que hay un solo Dios y un solo Rey de sus vidas: Jesucristo.

 

Este Rey promete la corona de la vida a quienes perseveran fielmente en su fe:

 

Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: el vencedor no sufrirá el daño de la muerte segunda. (Ap 2,10-11)

 

Vi veinticuatro tronos alrededor del trono, y sentados en los tronos, a veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas.  (Ap 4,4)

 

En el cap. 12, el triunfo de las fuerzas de Dios sobre las fuerzas de Satanás se presenta en una batalla cósmica, donde todo el universo (tierra, desierto, cielo) es conmovido. Allí, la mujer que simboliza al pueblo de Dios está coronada de doce estrellas.

 

Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. (Ap 12,1)

 

Nombres propios

 

Corona en griego es STÉFANOS. También significa premio, recompensa, motivo de satisfacción y de orgullo (Fl 4,1; 1 Tes 2,19).

De allí se derivan dos nombres griegos de varón: Stefanás y Stéfanos, ambos significan “el que lleva corona”. De estos proceden en español Esteban y Estefanía.