01/05/2024 – Hoy es el Día Internacional de los trabajadores y trabajadoras, en conmemoración de las víctimas de la sangrienta represión de los obreros de la fábrica McCormick, de la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, en abril y mayo de 1886. Trabajaban 18 horas por día. Esa era la jornada laboral. Y se organizaron para pedir y reclamar que se reduzca la jornada. Se nacionalizó la protesta y la patronal accedió a negociar. Excepto los dueños de la fábrica McCormick que pidieron a la policía que reprimiera. Hubo decenas de muertos.
Como dice el Papa ante una persona en situación de vulnerabilidad, “podría ser yo”, “podríamos ser nosotros”, ¿o acaso hay alguien que esté de acuerdo con trabajar 18 horas por día, o con el trabajo infantil, o con la explotación laboral? Por eso la necesidad de que haya justicia social en la regulación del trabajo, en las relaciones laborales, que han ayudado en la comprensión de que el trabajo es un derecho que nos ayuda a vivir y a crecer en la comprensión de que mediante el trabajo mejoramos el mundo.
Por eso el Papa dice: “Los animo a reflexionar sobre el sentido que damos al propio trabajo, a verlo como un servicio, como un modo de ayudar a los demás con nuestro esfuerzo”. Hoy, en el medio de la crisis de la humanidad, que se expresa también como crisis económica, política y social en nuestro país, tenemos que volver a hablar del trabajo, del derecho al trabajo, de la necesidad de recuperar la cultura del trabajo, cuidando a las y los trabajadores.
Dialogamos con Martín Poncio, consultor, especialista en gestión del talento.
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