“La importancia de la educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente”, Laudato Si’

10/07/2020 – Esta semana en el ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” seguimos profundizando en la Carta Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común.

Ya estamos en el Capítulo sexto: Educación y espiritualidad ecológica y junto al padre Javier, Director de Radio María, comenzamos con la reflexión de los siguientes puntos:

“La Carta de la Tierra nos invitaba a dejar atrás una etapa de autodestrucción, pero todavía no hemos desarrollado una conciencia universal que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente aquel desafío: « Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la resolución de alcanzar la sostenibilidad; por la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida»”. (LS 207)

Respecto de este punto el padre Javier señaló: “La vida en el centro como lugar celebrativo, la memoria agradecida, es el lugar que Francisco pide que sea en la justicia social y la paz,   la forma como se nos recuerde, el legado verdadero que dejamos a las generaciones que lleguen detrás de nosotros.”

“Por la materialidad, por el mercado, por el dios dinero y por una lógica destructiva hemos olvidado lo central, lo vital”, señaló.

“Siempre es posible volver a desarrollar la capacidad de salir de sí hacia el otro. Sin ella no se reconoce a las demás criaturas en su propio valor, no interesa cuidar algo para los demás, no hay capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o el deterioro de lo que nos rodea. La actitud básica de autotrascenderse, rompiendo la conciencia aislada y la autorreferencialidad, es la raíz que hace posible todo cuidado de los demás y del medio ambiente.” (LS 208)

“El hombre como lobo del hombre- señaló el padre Javier respecto de este punto- el hombre que se auto destruye y que encontró una lógica de voracidad contra sí mismo, que nace un lugar de ‘no trascendencia’,  toda la referencia es el ‘acá’, no el mas allá, y estamos de cara a los límites de la caducidad de las cosas y, si todo se pierde, entonces ¿para que conservarlo? porque al final de cuentas todos se termina. Esta ausencia de trascendencia es lo que marca la auto referencialidad como lugar de destrucción. De desprecio primero y de destrucción después”

Otro de los puntos en los que profundizamos fue el 209 donde nos dice el Papa Francisco:

“La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Muchos saben que la mera sumatoria de objetos o placeres no bastan para darle sentido al corazón, pero no se sienten capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece. Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica pero han crecido en un contexto de altísimo consumo que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Estamos ante un desafío educativo.” (LS 209)

“El hábito se crea por la repetición de actos virtuosos. El hábito, la virtud que surge de una acción buena, con una buena orientación de fin, se logra por la repetición. Lo que falta, en este sentido, es esa constancia en la conciencia ecológica porque hay una oferta desde el consumo que se lleva la buena conciencia. Por eso lo que hay que hacer es educar en la buena conciencia y neutralizar la cultura del mercado que busca borrar esos hábitos y comportamientos virtuosos. El hábito es una segunda naturaleza”, señaló el padre Javier.

Finalmente, otro de los puntos compartidos de esta Carta Encíclica, fue: “No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente”  (LS 212)

Te invitamos a escuchar el programa completo, junto al padre Javier, en el audio al inicio de esta nota

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