La palabra nos alienta a pedir con confianza

miércoles, 8 de octubre de 2008
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Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad.

Y sabiendo que él nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya poseemos lo que le hemos pedido.

1º Juan 5, 14 – 15

La oración de intercesión, es la oración que nos mete dentro de Dios, como toda oración.

Es una oración que nos pone en conformidad con el plan de Dios y nos pone en ese plan para participar con Dios de la acción salvadora, para nuestra vida y compartir esa presencia redentora de Dios en nuestra propia existencia con los hermanos e invitar a otros a recorrer este camino.

La pregunta que surge siempre que oramos, confiando en la voluntad de Dios es, porque Dios necesita nuestra oración, si El va a hacer lo que va a hacer según su querer y según su voluntad, porque Dios no quiere hacer lo que va a hacer sin nosotros.

El que te creo sin tu consentimiento, no te va a redimir sin tu consentimiento.

Dios nos creo sin pedir permiso, pero no nos redime sin hacerlo.

El Señor para hacer lo que quiere hacer, quiere contar con nosotros y entre lo que cuenta está nuestra oración y la de intercesión particularmente para disponernos interiormente a vivir según su querer y su voluntad, para aceptar cual es su querer, cual es su firme voluntad. Porque oramos su intercesión, no porque nosotros en la oración de intercesión constante, le vamos a sacar a Dios algo de lo que El nunca estuvo dispuesto a darnos, porque no era su voluntad ni su querer, sino que en el querer de Dios y entendiendo cual es su voluntad, nosotros oramos para disponernos interiormente a recibir, con un deseo profundo, en nosotros que crece, para vivir según la voluntad de Dios.

De esto se trata, de orar en la voluntad de Dios, para disponernos a vivir según la voluntad de Dios.

La oración de intercesión es una oración que mas que conseguir algo de lo que pedimos, nos mete en profunda comunión con el plan y el misterio de Dios y nos hace a nosotros capaces de aceptarlo, así es como Dios no los plantea y nos los pide.

Cuando oramos entramos en contacto con Dios y con su voluntad, por lo tanto con su saber y con su querer, desde la oración de intercesión nos abrimos para entender, como y de que manera podemos participar en lo