La Patria, y el valor de la democracia

martes, 25 de mayo de 2021
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25/05/2021 – Este 25 de Mayo, Día de la Patria, reflexionamos sobre la Patria, sobre algunas cuestiones del pasado, del presente y del futuro. Y lo hicimos en diálogo con Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, quien, hace unos días, fue invitado a disertar por la Pastoral Social de Rosario sobre los 40 años del documento Iglesia y Comunidad Nacional, del episcopado argentino. Y, en ese marco, habló de muchas cosas que tienen que ver con la Patria,  de “cultura, fe y modernidad” y de la relación que hemos tenido los creyentes con la democracia.

También se están cumpliendo 40 años de otro documento importante para la Iglesia, en este caso para la Iglesia universal: la encíclica Centesimus Annus, del santo papa Juan Pablo II, que, no por casualidad, coincide con el documento del episcopado argentino “Iglesia y comunidad nacional” en poner el acento en la reafirmación del sistema democrático como el menos imperfecto de los sistemas políticos humanos.

Está claro que esos dos documentos destacaron el valor de la democracia en un contexto mundial de “guerra fría” entre Estados Unidos y la Unión Soviética, guerra que era “fría” en esas dos potencias, pero que era “trágicamente caliente”, con sangre y dolor, en los países del entonces denominado tercer mundo, entre ellos, la Argentina, con una dictadura que con el argumento de aniquilar la guerrilla subversiva (que también enlutó al país con atentados, secuestros, etc) violaba las garantías constitucionales en nombre de la ley y el supuesto Estado de derecho.

Lo paradójico es que pasados 40 años, estamos nuevamente en el mundo y en nuestro país con una polaridad que ya no es estrictamente la de derecha e izquierda, o del comunismo y el imperialismo capitalista, sino una polaridad construida por un globalismo economicista que, como dice el papa Francisco en Fratelli tutti, instrumentaliza el desinterés por el bien común “para imponer un modelo cultural único. Esta cultura unifica al mundo pero divide a las personas y a las naciones, porque «la sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos». Estamos más solos que nunca en este mundo masificado que hace prevalecer los intereses individuales y debilita la dimensión comunitaria de la existencia. Hay más bien mercados, donde las personas cumplen roles de consumidores o de espectadores. El avance de este globalismo favorece normalmente la identidad de los más fuertes que se protegen a sí mismos, pero procura licuar las identidades de las regiones más débiles y pobres, haciéndolas más vulnerables y dependientes.

A esto agrega el Papa que de este modo la política se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el “divide y reinarás”. Y eso, sin duda, debilita tremendamente a la democracia, tanto como lo hacía aquella “Guerra fría” que las potencias y sus ideologías batían con la vida de los argentinos, entre otros pueblos.

Por eso, nos pareció importante conversar hoy, 25 de Mayo, día de la Patria, con monseñor Sergio Buenanueva.

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