22/10/2025 – El senador centrista Rodrigo Paz se convirtió en el nuevo presidente de Bolivia al ganar el balotaje con el 54,5% de los votos frente al 45,5% de la alianza Libre de Jorge Quiroga. Este resultado marca el quinto intento fallido del expresidente Quiroga por volver al poder, mientras que Paz logra una victoria contundente en su primera postulación presidencial, consolidando la sorpresa de la primera vuelta electoral. La conclusión que surge es la victoria de «lo nuevo» sobre la política tradicional, a pesar de que Paz es un político con dos décadas de experiencia en el Parlamento y en la administración local de Tarija.
El analista internacional Bruno Tondini matiza el factor sorpresa de este triunfo, señalando que «si bien antes de la primera vuelta sí lo era», el resultado implica ahora «todo un cambio en la política exterior y seguramente, en la política económica de Bolivia«. Tondini identifica como factor clave las «peleas en el Mas», el partido de izquierda que gobernó Bolivia por más de 20 años. Los conflictos internos entre Evo Morales y el presidente Arce, sumados a las dificultades legales de Morales, generaron un descontento en el electorado que se reorientó «hacia las fórmulas de centro y de derecha».
Tondini describe a Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, como un político de centro que busca «renovar un poco la política en Bolivia con un barniz más de centro». Aunque la nueva administración apunta a una apertura hacia Estados Unidos y en lo económico, el analista aclara que «no es una ruptura absoluta con el régimen anterior». Paz ha logrado victorias incluso en «los bastiones del Mas», buscando evitar el déficit público y reducir impuestos, y lo que es tal vez más importante, «no apunta a no ser un gobierno tan centralista», procurando «devolver un poco las atribuciones a los gobiernos regionales».
Además del desgaste de la política tradicional, la situación económica es el segundo elemento central que explica la derrota del oficialismo. «La economía está destruida en Bolivia», sostiene el profesor Tondini, recordando que el proyecto de Morales y Arce, que incluía la nacionalización de recursos y la «autoproclamada soberanía del litio», afectó «profundamente la economía boliviana». El país enfrenta una caída en la producción de gas y el «oro blanco» del litio «está lejísimo de estar explotado», resultando en una «crisis profunda en lo económico» con desabastecimiento, lo que implicó «un voto castigo» al modelo precedente.
A nivel internacional, el nuevo gobierno de Paz proyecta un cambio significativo. Tondini anticipa el «restablecimiento» de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, interrumpidas desde 2008, lo que ya se ha evidenciado en el apoyo rápido de varios países. Este movimiento representa un «nuevo cambio en la perspectiva en lo que es la geopolítica de la región», con la inclusión de Bolivia «más dentro de Occidente, saliendo un poco de ese eje del socialismo del siglo XXI». Este giro tendrá una influencia en el aspecto regional, modificando el panorama geopolítico en Latinoamérica.
El analista concluye que el cambio es «esperanzador para Bolivia», una nación que necesita mejorar las condiciones por «la escasez de trabajo» y «la gran cantidad de recursos naturales que tienen inexplotados». Tondini espera que la apertura hacia Occidente, con base en la competencia, pueda traer «cierto bienestar a una población» que también está afectada por la ilegalidad y el narcotráfico. A pesar de que «no es un cambio copernicano», la nueva administración «va a respetar un poco las bases» y deberá sostener una buena relación con los gobernadores regionales de signo político diferente.
Para escuchar el desarrollo completo de la noticia accede al video del inicio