La vocación a la paternidad y la Santísima Trinidad

viernes, 13 de junio de 2025

13/06/2025 – ¿Qué significa realmente ser padre? ¿Creés que la paternidad se limita a un vínculo biológico? ¿Y cómo se conecta esta vocación tan especial con la Santísima Trinidad? En esta edición de «Reflexiones para el Finde», el Padre Humberto González, Humbi , nos invita a un viaje profundo sobre la vocación a la paternidad y sus diversas formas de vivirla , justo cuando celebramos el Día del Padre y la Fiesta de la Trinidad. Deja de lado las ideas preconcebidas y preparate para una reflexión que te llenará de esperanza y te mostrará la paternidad desde una perspectiva que quizás nunca antes habías considerado.

El Padre Humbi, con su habitual calidez, nos recibe en su «estudio» , para abordar un tema que toca fibras sensibles. Nos cuenta la anécdota de una catequista que consideró el Día del Padre una fecha «incómoda» para muchos chicos sin papá. Sin embargo, Humbi nos propone una mirada superadora: la vocación a la paternidad, marcada por la ley, el orden y el cuidado, va mucho más allá de lo biológico. Padres pueden ser padrinos, tíos, abuelos, ¡e incluso abuelas que asumen ese rol!, o esas mamás que dicen «yo fui padre y madre de mis hijos». Donde hay límites, contención y seguridad, hay una vocación a la paternidad.

Y como si fuera poco, la providencia nos regala que el Día del Padre coincide con la Fiesta de la Santísima Trinidad. Aquí, el Padre Humbi encuentra un doble mensaje: Dios se nos muestra como Padre, un Padre que asume esa figura paterna fuerte cuando los padres terrenales están ausentes o han fallado. Así como Dios dijo que Él pastorearía a su pueblo cuando no había buenos pastores, también nos dice: «Yo soy tu papá». Esto nos invita a celebrar las distintas formas de paternidad en nuestra vida, sin exclusiones. Todos hemos tenido «otros padres»: un catequista, un sacerdote, un maestro, amigos mayores. La vocación a la paternidad es una «onda expansiva» que nos invita a todos a asumirla, a cuidar de alguien en nuestro entorno.

La reflexión del Padre Humbi trae mucha esperanza, especialmente para aquellos con heridas paternas. Nos enseña que, si bien el perdón no es automático ni fácil, es un proceso sanador que inicia por uno mismo y que nos permite reconciliarnos con nuestra historia. Para los papás que sienten que no estuvieron a la altura, el mensaje es claro: nunca es tarde para un gesto de cercanía, para pedir perdón y para mostrar que el corazón desea acercarse. La vocación a la paternidad no se encierra en los primeros años de vida; es un vínculo para toda la vida, y siempre hay tiempo para «un abrazo postergado».

El Padre Humbi nos invita a ver la paternidad con una mirada misericordiosa, como la del Buen Samaritano, y a valorar la presencia, firmeza y ternura de esos padres que nos marcan. Nos recuerda el cuadro de Rembrandt del «Padre Misericordioso», con su mano masculina fuerte y su mano femenina tierna, un modelo posible para el abrazo paterno. Y nos alienta a no temer a nuestras falencias y errores como papás, porque necesitamos padres humanos, vulnerables, que se equivoquen y piden perdón, no ángeles perfectos. La sociedad, a veces «huérfana», necesita figuras paternales que nos den orden y dirección.

El micro concluye con el agradecimiento del Padre Humbi a su propio papá, Miguel Ángel («el Negro»), y a su abuelo Benito, reconociendo que cada vocación a la paternidad nos forma a través de los rostros y manos de quienes nos acompañaron. Te invitamos a disfrutar de esta nota para sentir la calidez de estas palabras y celebrar la paternidad en todas sus formas.