02/08/2024 – Vulnerabilidad y fortaleza no son opuestas, sino caras de la misma moneda. En la crianza, es crucial reconocer la vulnerabilidad innata de los niños para fomentar su resiliencia. Al validar sus emociones y enseñarles a enfrentar desafíos, los fortalecemos. La vulnerabilidad no es debilidad, sino la base sobre la que se construye la fortaleza emocional. Al aceptar nuestras propias vulnerabilidades, modelamos para nuestros hijos la importancia de ser auténticos y resilientes.
Como padres, podemos abordar la vulnerabilidad y la fortaleza fomentando un ambiente seguro donde nuestros hijos se sientan libres de expresar sus emociones. Al validar sus sentimientos, sin importar cuán pequeños o grandes sean, les enseñamos que es normal sentir vulnerabilidad. Además, al celebrar sus logros y ayudarles a superar obstáculos, cultivamos su resiliencia y autoestima. ¡Recuerda, ser vulnerable es un signo de fortaleza!
Diálogo María con Pía del Castillo, directora ejecutiva de la Fundación Padres.
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