Las mujeres en la genealogía de Jesús

miércoles, 14 de diciembre de 2022
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14/12/2022 – La hermana Mariana Zossi, titular de la Asociación Bíblica Argentina, se refirió a distintos pasajes en el Evangelio de Mateo, entre ellos, a las mujeres en la genealogía de Jesús, la estrella y los magos de Oriente. “El Adviento es tiempo de espera, de gestación de algo nuevo. En la segunda mitad del siglo primero, un autor al que llamamos Mateo en consonancia con la tradicional de la Iglesia, situó a sus lectores ante el mensaje y la persona de Jesucristo, animándoles a conocerlo mejor y a seguirlo como el Señor resucitado. Los primeros capítulos son como una presentación del Señor , una especie de evangelio en miniatura, donde se recogen los grandes temas que se abordarán más tarde en el resto de la obra. Hoy veremos a las mujeres en la genealogía de Jesús. La primera mujer mencionada es Tamar. De Tamar no tenemos ningún dato. No se nos dice cuál es su origen, parentesco o religión. Simplemente es dada como esposa al hijo primogénito de Judá, que se llama Er. Pero como este desagradaba al Señor, lo hizo morir. En orden a cumplir la ley del levirato, Judá le pide a su segundo hijo, Onán, que se case con Tamar para dar descendencia a su hermano. Sin embargo, el Señor también hace morir a Onán debido a su mala actitud. Ante esta situación, Judá decide no continuar con la ley del levirato y le recomienda a Tamar que espere hasta que su tercer hijo, Sela, crezca y puedan casarse. No obstante, Judá no cumple con su promesa. Tamar decide disfrazarse y se acuesta con Judá, del cual queda encinta. Al enterarse éste de que Tamar está embarazada decide condenarle por adulterio. Es entonces cuando Tamar revela que es Judá el causante de todo. Judá se rinde ante la evidencia y declara: “Ella es más inocente que yo, pues no le di a mi hijo Sela”. Es curioso que se emplea en esta frase el verbo “ser justo”. Es decir, que Judá señala que Tamar es más justa que él mismo. Como fruto de esta relación entre Judá y su nuera nacen dos hijos mellizos. Ambos aparecen citados en la genealogía de Mateo como sucesores de Judá. De aquí la importancia de esta mujer, ya que, sin ella, Judá no habría podido tener una descendencia, de la cual luego surgiría el Mesías.”, destacó Zossi.

“La segunda mujer se llama Rajab. Es una prostituta de la ciudad de Jericó que acoge a los dos espías enviados por Josué. Ante ellos, Rajab reconoce la grandeza de Yahvé y relata las maravillas que ha hecho para sacar a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Es más, llega a reconocer que es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra. De alguna manera Rajab sabe que Yahvé va a seguir actuando en favor de su pueblo. Por eso busca la manera de salvar su vida y la de los suyos. adelante la descendencia de Judá, propiciando el nacimiento del rey David. La tercera mujer es Rut. Es una narración más conocida por nosotros. Su historia aparece en el libro que lleva su nombre. Rut es una moabita que, tras una serie desgracias, queda sola en su tierra con su suegra Noemí. Como Noemí es de Belén decide regresar. Una vez allí, Booz acoge a Rut en su casa y la toma como esposa. Lo que más sorprende es el final del libro. En él se nos describe la descendencia de Rut con Booz. Su hijo, Obed, es el padre de Jesé, el padre de David. Esta afirmación indica la finalidad de este libro. Rut pasa a formar parte de la familia de David por su generosidad, solidaridad y entrega asegurando la descendencia del pueblo de Israel”, dijo la hermana Mariana.

“La última mujer del Antiguo Testamento que aparece en la genealogía de Mateo no es mencionada con su nombre propio, sino que es relacionada con Urías, su marido. PEsta mujer, cuyo nombre es Betsabé, no parece ser directamente protagonista del relato. David se acuesta con ella mientras su marido Urías está en el frente de combate. Cuando David se entera de que Betsabé está encinta trata de ocultar que la criatura que va a nacer proviene de él. Sin embargo, Urías desobedece hasta en dos ocasiones, haciendo que el rey ordene su muerte. David, entonces, manda que traigan a Betsabé junto a él y la toma como esposa. Betsabé da a luz a un niño, del que no conocemos su nombre. Sin embargo, este niño morirá a los pocos días como castigo al pecado de David. David y Betsabé tienen un segundo hijo, al que pone el nombre de Salomón”, agregó. “¿Cómo se vinculan estas cuatro mujeres junto a María en la presentación que hace Mateo? La primera mujer, Tamar, es presentada por Judá como “justa” ¿Cómo se puede afirmar la justicia de una persona que se ha hecho pasar por prostituta para quedarse embarazada de su suegro? Ciertamente, no podemos leer este pasaje con categorías actuales, sino más bien contemplando la escena en el contexto de la ley del levirato. La culpa recae sobre Judá mientras que Tamar permanece justa por mantenerse fiel a dicha ley. Tamar recupera ante los demás una justicia olvidada, un derecho que podemos estar de acuerdo o no desde nuestras categorías, pero que implicaba el no olvidarse o visibilizar a la mujer en aquella época y hacerse cargo de ella. Lo que hay en común en las otras mujeres de la genealogía es que no siguen las sugerencias de las otras personas que están a su alrededor, sino que hacen todo lo posible por cumplir con la voluntad de Dios. El concepto de “justicia” aquí significaría aceptar los planes de Dios en contra de los proyectos propios o de las sugerencias o mandatos de los hombres. Esta voluntad de Dios se concreta en el cumplimiento de la ley divina. La relación de María con las opciones justas de estas mujeres se da a través de su esposo, calificado como hombre justo. Su justicia radica en acoger la voluntad de Dios; una voluntad que él no tenía pensado seguir en un principio, ya que no quería difamarla”, sostuvo la religiosa tucumana.

“También hoy vemos la estrella y los magos de Oriente. El relato de los magos y de la estrella hacen un eco de la narración del Pentateuco sobre Moisés. El Herodes de la narración de Mateo tiene características no solamente del Faraón, que trató de destruir al niño Moisés matando a los hijos varones de los judíos, sino también del rey Balac que buscaba destruir a Moisés por medio de un mago del Oriente. Así como Balaam vio elevarse la estrella de David, los magos del Nuevo Testamento vieron la estrella del rey de los judíos en su aparición. La comprensión de que esas imágenes del Antiguo Testamento forman el trasfondo de la historia de Mateo de los magos y la estrella. Ahora bien, cómo utilizó Mateo este relato en el capítulo 2 de su evangelio para describir las derivaciones de la revelación de quién es Jesús: la buena noticia que Mateo vinculó a la anunciación de la concepción de Jesús en el capítulo primero y a su genealogía. Una de las intenciones más claras de la obra mateana es la proclamación de la buena noticia a los judíos y gentiles, con la consecuente respuesta de aceptación o rechazo. La historia de los magos y de la estrella se convierte para Mateo en la anticipación del camino futuro de la buena noticia de la salvación, un destino que él conoció después de la resurrección. En primer lugar, la buena noticia cristológica atrae creyentes, y esos creyentes son gentiles. Por último, la estrella estuvo allí para todo el que la quisiera ver, pero solo los sabios se percataron de su presencia. Los guiaba cuando se ponían en marcha, como la nube al pueblo de Israel caminando por el desierto. Desaparece dejando paso a las escrituras, para que ellas se conviertan en guía y señalen el lugar del nacimiento. Vuelve a aparecer para guiarles al lugar indicado”, cerró Zossi.