Levantar la mirada para ver como Dios mira

martes, 1 de julio de 2014
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27/06/2014 –

El Señor nos dio dos ojos para ver, y sobretodo para mirar. "Levanten los ojos y vean" Jn 4, 35 A veces nosotros no queremos ver más allá de lo que queremos ver, y esa miopía es grave, me saca de la realidad.

Por contrapartida, Pablo Martínez nos hace descubrir cómo es la mirada de Dios:

+ Cuando Dios mira, se admira: al principio en el relato de la creación, cuando Dios ve que cada cosa que se va haciendo "es bueno". Dios no es envidioso, cuando Él mira se admira.

+ Cuando Dios ve se conmueve: lo encontramos en el Éxodo, cuando llama a Moises dice "he visto el sufrimiento y la aflicción de mi pueblo". Dios no está lejos sino que está comprometido con la realidad del hombre, lo ve y tiene una mirada empática. Dios no se queda en la felicidad que tienen ellos 3, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, no está encapsulado en lo suyo sino que mira el sufrimiento de sus hijos.

+ Cuando Dios ve, mira a lo profundo: como le dice a Jeremías "Antes de haberte formado en el seno materno yo te conocí". Lo mismo hace con Natanael "yo te vi antes de que Felipe te llamara cuando estabas debajo de la higuera". "Por favor amigo te invito a que te grabes ésto: no sos fruto de un accidente. Si estás acá en la tierra, ahí en esa realidad, es porque formás parte de un sueño de Dios. Él te vió aún cuando nadie te vió.

+ Dios ve el corazón y no las apariencias: como cuando David fue elegido rey y Dios le dice al profeta Samuel "no te fijes en el aspecto o estatura (…) El hombre ve las apariencias pero Dios ve el corazón". 

Dios cuando ve, se compadece. Su mirada también nos anima a mirar así a nuestros hermanos.