“Los ángeles de la escalera”

martes, 2 de octubre de 2018
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02/10/2018 – El padre Carlos Valles SJ, nos deja una hermosa reflexión en torno a un pasaje de la Sagrada Escritura:

‘Jacob tuvo un sueño. Soñó con una escalera apoyada en la tierra y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella.’ (Génesis 28, 12).  Jacob mismo explica su sueño: ‘Este lugar es la casa de Dios y la puerta del cielo.’

Por eso los ángeles entran y salen, suben y bajan por ella. Es la puerta de su casa. De allí vienen con sus mensajes, y allí vuelven con nuestras oraciones.

Tráfico diario entre dos mundos: comunicación constante que escapa a nuestra vista materializada, y se revela en las sombras de la noche a quien emprende jornada hacia su destino en el pueblo de Dios. Existe de día y de noche, pero no la captan nuestros ojos, nuestras prisas, nuestra falta de fe.

‘En el extremo de la escalera estaba Yahvé.’

Me imagino un embotellamiento de tráfico en la escalera nocturna con las subidas y bajadas de mensajeros veloces. Menos mal que los ángeles no tropiezan y tienen alas para sobrevolar obstáculos. Pero la imagen me ayuda para caer en la cuenta de la abundancia de la ayuda angélica y el valor de su protección.

El camino está lleno, la escalera no duerme, el contacto no se pierde ni en lo profundo del sueño, y mucho menos en el fervor de la actividad.

Jesús dijo en Getsemaní que el Padre podía enviarle en un momento más de doce legiones de ángeles (Mt 26,53) . Preparados están. No hay necesidad mía, no hay emergencia, no hay peligro que no estén dispuestos a socorrer al instante, pues ellos nuca duermen y siempre vigilan a las órdenes de Dios y a la atención inmediata de mis vicisitudes. La escalera nunca descansa.

A Jacob le impresionó tanto su sueño de ángeles que hizo luego algo muy significativo con respecto al lugar en que había tenido el sueño y al que él había dado el nombre de Betel: hizo allí un altar a Dios. La primera iglesia consagrada a los ángeles. Los ángeles de la escalera.