03/01/2019 – La violencia contra los cristianos alcanzó en 2019 “niveles de genocidio” en varias partes del mundo, con unos 245 millones de creyentes perseguidos por su fe. Así lo revelan informes coincidentes de varias ONG y de la Iglesia.
“Hoy hay más cristianos perseguidos que en los primeros siglos”, suele decir el papa Francisco.
En el ataque más brutal del año pasado, casi 300 personas fueron asesinadas el domingo de Pascua en iglesias y hoteles de Sri Lanka en una acción coordinada por grupos terroristas.
En tanto, el auge jihadista hizo estragos especialmente en Medio Oriente, donde el porcentaje de cristianos cayó del 20% hace un siglo al 4% actual.
Los regímenes comunistas de China y de Corea del Norte y los autoritarios de izquierda y de derecha como tenemos en nuestra América, también persiguen de forma sistemática a quienes los cuestionan, entre los cuales hay muchos religiosos.
Irak es uno de los países en donde los cristianos son perseguidos por su fe. Para conocer la realidad de estos hermanos, desde Radio María Argentina nos contactamos con el padre Luis Montes, sacerdote argentino quien vive en Irak desde hace casi una década, por ser misionero en esta parte del mundo y vive in situ esta tragedia de la persecución religiosa.
Al respecto, el padre Montes relató: “En todos los países arabes-musulmanes hay problemas para los cristianos. En algunos hay simplemente presión sobre los niños para que se hagan musulmanes, dificultad para conseguir trabajo y ciertas restricciones. En alguno de ellos hay cierta libertad de culto pero no hay verdadera libertad religiosa porque nadie puede elegir cambiar de religión porque te pueden matar por eso”.
El sacerdote explicó que, “en Irak, en concreto, la situación es mucho peor. Es un país en el cual reina el caos, en donde la ley no tiene mucha fuerza. Desde el 2003 se apoderó del país una ola de violencia con un promedio de 20 atentados por día”.
Finalmente, el religioso reflexionó: “Nosotros somos católicos, nosotros creemos en la fuerza de la oración, nosotros creemos que Dios es omnipotente por eso debemos elevar oraciones por aquellos que están sufriendo por el nombre de Cristo. Estamos obligados a hacerlo, se los debemos porque ellos están llenando de bendiciones el mundo.”
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