27/08/2020 – El aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado hace cinco meses por el gobierno de nuestro país se ha convertido en la cuarentena, sin interrupciones, más larga en el mundo.
A esta altura, algunos protocolos parecen rayar lo inhumano como se hizo evidente la semana pasada, cuando las autoridades de la provincia de Córdoba no le permitieron a un papá despedirse de su hija que se estaba muriendo de cáncer.
Y lo mismo pasó en San Luis, donde se demoraron varias semanas en autorizar que dos hijas pudieran viajar desde Tierra del Fuego, donde viven, hacia San Luis, para despedirse de su papá que también padecía de cáncer.
Al respecto, Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, dijo a Radio María Argentina: “Los protocolos han sido elaborados con mucha rapidez porque las autoridades han tenido que salir al paso de una crisis que tiene una dinámica vertiginosa pero, por eso las autoridades tienen que estar atentas de escuchar estas voces porque no se trata de hacer el “argentinazo”, esto de “hecha la ley, hecha la trampa” sino de humanizar los protocolos con principios tanto éticos como jurídicos que ya están en nuestra legislación”.
Monseñor Buenanueva subrayó que “hay algunos derechos personalísimos que deben ser asegurados con la proporcionalidad de la situación (…) En casos de enfermedad de muerte las personas tenemos dos derechos, primero que se nos informe lo más clara y caritativamente posible sobre la enfermedad que padecemos o que alguien cercano padece y poder despedirnos de nuestros seres queridos”.
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