12/10/2021 – Un 12 de octubre de 1492, arribaron tres carabelas españolas a nuestra tierra. Más de quinientos años después, el impacto de esa llegada sigue resonando y es nuestra intención continuar buscando los ecos de esos sonidos.
En nuestro país, fue el 4 de octubre de 1917 cuando, por decreto del entonces Presidente Hipólito Yrigoyen, se estableció el 12 de octubre como feriado nacional.
Se lo llamó “Día de la Raza”, conmemorando la llegada de Cristóbal Colón a América como un acontecimiento trascendente para la humanidad.
Sin embargo, fue en el 2010 cuando la fecha cambió su denominación por la del “Día de la Diversidad Cultural Americana”, acorde con nuestra Constitución Nacional y con los diversos Tratados Internacionales y Declaraciones de Derechos Humanos que garantizan el respeto a la diversidad cultural de todos los pueblos. De esa forma, se dio un giro descolonial, dejando atrás la idea de la existencia de “razas”.
Actualmente esta fecha busca promover una reflexión permanente acerca de la Historia y encaminar el diálogo para una diversidad cultural que respete la identidad y el pluralismo de valores, lenguas, creencias y tradiciones de todos los pueblos.
No obstante, para algunos historiadores, el nuevo titulo de esta jornada aun es insuficiente para nombrar a un periodo obscuro en nuestra América.
Muchos especialistas aseguran que nadie niega el aporte cultural occidental y la herencia oriental recibida por los españoles. Lo que se cuestiona es la metodología de aculturación elegida por los invasores-conquistadores: el asesinato en masa, la imposición de una religión, basada en el amor, a sangre y fuego.
Los españoles despreciaron durante siglos todo lo que tuviese que ver con la cultura americana. El ejemplo más evidente es la fundición en lingotes de maravillosas piezas de oro y plata incaicas entregadas como rescate por el secuestro de Atahualpa.
Otra muestra de la barbarie de los invasores fue la destrucción de templos enteros y la edificación sobre sus bases de sus edificios administrativos en Iglesias. El terremoto de 1950 en Cuzco destruyó una parte importante de la edificación colonial pero la base incaica permaneció inconmovible.
Pero para reflexionar en esta fecha dialogamos con Gabriela Peña, Doctora en Historia por la Universidad Católica de Córdoba y ha ejercido la docencia en los niveles medio y superior.
Audio completo de la entrevista a continuación…
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