Maria: discipula gozosa y llena de gracia

miércoles, 16 de noviembre de 2011
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Buen día, nosotros queremos acompañarte en tu caminar y en tus zapatos, queremos ser una señal que te ayude en el despertar de esta nueva jornada en este 11/11/2011, que no tiene nada que ver con todas las cosas que se dicen.

Hay que trabajar, n tengamos miedo, nos ponemos en tu peregrinar y en tus zapatos para recorrer este tiempo de tanta esperanza que se abre delante, mientras hay un mundo que se cae a pedazos, hay otro que va naciendo, nosotros lo testeamos con tu parecer y con tu sentir. Lo descubrimos en nuestra comunicación en el hecho de ser familia de Radio María, se percibe ese aire de nuevo tiempo. Lo inauguramos en esta mañana con vos y lo celebramos junto a María.

 

En el mes de María vamos a compartir catequesis marianas, van a ser la base de un librito que vamos a publicar el año que viene en la celebración de los 15 años de la Radio.

Hoy iniciamos nuestro encuentro "María una discípula gozosa y llena de gracia"

 

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

 

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

 

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» y el Ángel se alejó.

 

El evangelista Lucas forma parte de una comunidad de simpatizantes judíos llamados temerosos de Dios, por su modo de escribir, como lo reconocen los biblistas, es un conocedor de la retórica griega, interesado de la exegesis judía, ha conocido a Jesús y el evangelio a través de los textos que le han llegado de Marcos, y los procesos de evangelización de Pablo con quien Marcos ha estado particularmente familiarizado. Lucas aplica a toda su obra el principio que aparece en el relato de los discípulos de Emaús, comenzando por Moisés y por todos los profetas les interpretó en todas las escrituras, Lucas 24-27. Todo el evangelio de Lucas y el Libro de los Hechos de los apóstoles que forma parte de un mismo texto – aunque en dos libros, cuentan con esta forma de ubicar a Jesús en el plan de la salvación, vinculándolo a las promesas preanunciadas en el antiguo Testamento. De todos los evangelios, Lucas es el que más nos habla de María y por eso hemos querido comenzar nuestras catequesis marianas en torno a su perspectiva en el anuncio.

 

La referencia mariana en Lucas aparece en los relatos de la infancia en el capítulo I y II, María en el evangelio de Lucas es la mujer de la oración, de la contemplación, de la respuesta activa a Dios y la mujer del compromiso. María es el modelo de la contemplación activa, es una mujer asociada con el dolor y el sufrimiento de su pueblo, También ella aparece orando después de la muerte y resurrección de Jesús acompañando a los discípulos a la espera del Espíritu Santo. Mujer del dolor se ve en el Evangelio de Lucas y consustanciada con el dolor de su pueblo cuando el ángel le anuncia que su prima Isabel también está embarazada de esperanza y el que lleva en su seno es el que va a anunciar la llegada del Mesías, y rápidamente María sale con su secreto en el corazón al encuentro de servicio de quién se ha visto sorprendida encinta.

 

María – desde la perspectiva de Lucas – ha sabido llevar en su corazón esa profecía con la que Simeón inaugura el encuentro en el ámbito de lo público de la presencia de Jesús cuando es niño " A ti mujer una espada de atravesará el corazón " y María aparece asociada a la Pascua de Cristo.

 

Tal vez uno de los textos que habla del sentir en el corazón de María en el evangelio de Juan, es el de las Bodas de Cana, "no tienen vino", allí se la muestra también consustanciada con el sentir de su pueblo y con el sentir de este pueblo, Luján, Itatí, del Valle, el Rosario, la Virgen de San Nicolás, la presencia de María en todos y en cada uno de los rincones de nuestra patria habla de cómo ella verdaderamente late al ritmo del corazón de su pueblo.

 

Cómo es que María apareció en medio de tus dolores, diciéndote, como buena madre, que en su empatía y en su cercanía compartía tu sentir y tu dolor, y cuánta gracia de consuelo te llegó con su presencia, cómo fue aquel encuentro entre tus dolores frente a situaciones complicadas y la presencia de María dándote a luz a lo nuevo que se inauguraba en tu vida. Si estás atento a lo largo de tu vida, en los momentos más críticos, más duros y más difíciles ella estuvo allí al pie de tu cruz, como estuvo al pie de la cruz de su hijo.

 

María al pie de nuestras cruces

 

El texto que hemos compartido hoy es el de Lucas I del verso 26 al 38, tenemos allí dos géneros literarios que confluyen en un mismo sentido. Uno es de anunciación y el otro de vocación, es como si Lucas hubiera tomados dos formas de hacer un relato para mostrar el sentido del mensaje, haciéndolos fundir en un solo texto.

 

¿Qué es un género literario? un modo de decir que tiene una lógica de construcción igual en cada uno de los relatos donde se hace una anunciación en este caso o uno de vocación.

En la anunciación del ángel a María, al igual que en la revelación que le hace el Señor a Abraham cuando le dice que va a ser el padre de la multitud, o en el caso de la vocación de los primeros discípulos hay elementos comunes que corresponden a un mismo estilo y a una misma forma. En el texto de San Lucas se anuncia la venida de Jesús como Señor y Salvador y la vocación de María al servicio de la misión del hijo. Se anuncia que viene Jesús, se indica el sentido vocacional del servicio mariano. La vocación en función de la misión.

La vocación nunca es para si mismo, está orientada a los demás. La vocación de María de ser madre es de estar al servicio del hijo de Dios y al servicio nuestro, que es al final del evangelio de Juan, donde se muestra este sentido servicial de María, la que sirve a Jesús sirve a los hijos que nacen del hijo.

 

Quien anuncia la vocación y la misión es un mensajero, el ángel Gabriel, signo de la presencia de Dios y comunicación con el mundo de arriba, este es el relato de anunciación, este es un mensajero del cielo que viene con la capacidad de otorgar un mensaje de mucha libertad, se nota esto cuando el relato de Lucas lo muestra a Gabriel entrando y saliendo del ámbito donde María se mueve. En el versículo 28 dice el texto "entró" y en el versículo 38 dice "salió", esto nos afirma que él actúa con la libertad que Dios da a sus mensajeros, con la fuerza y el poder que le otorga a ellos. El ángel Gabriel tiene la misión de mostrar el inicio de los tiempos finales. Comienzan tiempos finales, esto dice Gabriel, pero lo anuncia esperanzadamente porque el final del camino es la espera a la que todos aspiramos. Nos pone en contacto con un acontecimiento que está orientado sobre el fin. Esto mismo aparece por parte del ángel en el Libro de Daniel, en el capítulo 8 verso 16, "mientras yo Daniel contemplaba esta visión y trataba de comprenderla vi de pronto delante de mí como una aparición de hombre, una voz de hombre gritaba, Gabriel explícale la visión, él se acercó al lugar donde yo estaba y cuando llegó me aterroricé y caí" hay similitud entre la reacción de Daniel y la de María. La palabra dice en Lucas I 29 "ella se turbó" por la presencia sobrenatural con la que el ángel la visita y este modo con el que María nos visita nos comunica esta alma sacudida, conmocionada por la presencia de lo sobrenatural. De allí que nuestros encuentros con María en el camino, en medio de nuestras más duras realidades y de nuestras cruces, siempre termina siendo un lugar de encuentro conmocionante, es decir que sacude nuestras estructuras y nos pone en una nueva dimensión.

 

El anuncio del ángel que repercute en el corazón de María y llega hasta nosotros y sale a nuestro encuentro viene con un sentido bien particular "alégrate llena de gracia", este es el contenido del un anuncio celestial, llama la atención porque en realidad aparece solo una vez el ángel anunciando en este sentido en Zacarías 9, 10 "Alégrate mucho, hija de Sión, grita de júbilo, hija de Jerusalén, mira que tu rey viene hacia ti, él es justo y victorioso, es humilde y está montado sobre una borrica" y en esta expresión pone en contacto a María con el sentir del pueblo, el sentir de un pueblo que aspira salir de su lugar de padecer y de sufrir y que el Señor – conocedor del sentir doliente de sus hijos no se mantiene distante sino que se acerca para llenar el corazón de un contenido nuevo, el ángel quiere que toda la humanidad se vea interpelada a esta novedad de anuncio "Alégrate".

 

Llama la atención porque habitualmente el modo de saludo hebreo es "shalom (paz)" aquí el ángel trasciende la cultura y se instala desde el mensaje divino con un contenido distinto "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Nosotros que estamos detrás de esta presencia de María en el cruce de nuestros caminos sacándonos de este lugar de dolor, muerte, sufrimiento, crisis, en el fondo lo que recibimos de su presencia es este gozoso anuncio que la madre nos comunica en medio de nuestro peregrinar "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".

 

Hay cruces en todos los caminos de los peregrinos, María sale con ese mensaje de gracia y de alegría con la que el ángel ha ido a su encuentro, "Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo" y en el andar de los peregrinos hacia los santuarios, eso es lo que se respira, esa presencia festiva entremezclada de la madre con sus hijos en el camino, es el camino de todos los día que allí, en una sacramentalidad se hace presente, en una presencia simple, sencilla, se manifiesta María y su amor cercano gozoso, alegre entremezclado con las cosas agrias, dolorosas, difíciles, duras con las que la vida, en el penar nos va despertando a cada tramo de la misma. Allí el agridulce se siente en el paladar y en todo el ser, cuando en el peregrinar sentimos el cansancio de la marcha y al mismo tiempo la certeza de que la meta nos espera y la alegría nos sostiene. Por eso a las circunstancias dolorosas y difíciles la actitud esperanzada de una presencia mariana que contagia la conmoción interior gozosa con la que el ángel ha tocado su corazón y la ha hecho como Daniel postrarse delante del Señor con temor y temblor. Esto es lo que refleja Lucas en su escrito y esto es lo que claramente en su icono nos pinta el evangelista más representativo de la figura mariana de los cuatro evangelios, el que junto a Juan hacen presente el rostro mariano de la buena noticia que Jesús nos trae.

En María el evangelio de Lucas nos muestra el tiempo nuevo como un tiempo nuevo de paz pero de alegría y de gracia con la que el Señor nos visita.

 

 

Nos vamos despidiendo hasta el lunes donde nos encontraremos nuevamente con el Despertar con María.