Maria, madre y modelo de la iglesia

viernes, 28 de octubre de 2011
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Formados en el amén de María,formados también en la Pascua de María queremos descubrir la relación íntima entre Iglesia y Eucaristía no podemos olvidar a María, madre y modelo de la Iglesia. En la Carta Apostólica Rosarium Virginae Maríae presentada a la Vírgen como Madre y Maestra en la contemplación del rostro de Cristo ha incluido el Papa Juan Pablo II entre los misterios el de la luz y allí aparece particularmente en el quinto misterio la Institución de la Eucaristía. María puede guiarnos hasta éste sacramento porque tiene una relación profunda con El. El Evangelio no habla de éste tema. De hecho cuando nosotros leemos y contemplamos el Evangelio de la institución de la Eucaristía en la tarde del jueves santo no se menciona a María como que allí estuvo Se sabe sin embargo que estuvo con los Apóstoles en la oración en un mismo corazón dice el Libro de los Hechos en el capítulo 1 en el verso 14. En la primera comunidad cristiana reunida después de la Ascensión en espera de Pentecostés se la ve a Ella junto a los Apóstoles orando. Esta presencia suya no pudo faltar en la celebración eucarística de los fieles de la primera generación cristiana que eran asiduos como dice Hechos 2,42 a la fracción del pan pero más allá de su participación en el banquete eucarístico la relación de María con la Eucaristía se puede delinear indirectamente a partir de su actitud interior. María es mujer eucarística con toda su vida. La Iglesia tomando a María como modelo está llamada a imitar su relación con éste misterio. Un misterio de fe. La Eucaristía es misterio de fe que supera de tal manera nuestra capacidad de entender que nos obliga al más puro abandono a la Palabra de Dios. Nadie como María puede ser apoyo y guía en actitud de saber entrar al misterio de Cristo al modo como en la zarza que arde y no se consume Moisés se presenta delante del misterio de fe que le toca contemplar en el desierto. Ese amén interior que es de alguna manera caer postrado delante del misterio de Dios en silencio de adoración y en actitud de acogida a Dios que viene es por donde María nos introduce ya desde las Bodas de Caná en Hagan lo que El les diga como Ella misma dijo que se haga según has dicho. Haciéndose eco de esto Jesús educado por María en el vivir según la voluntad del Padre nos invita también a nosotros a hacer en torno a la Eucaristía en clave mariana lo que El hizo en la última cena hacerlo en conmemoración suya es decir en actitud de absoluta entrega por amor al Padre y servicio a los demás tal cual aparece celebrado el misterio eucarístico en la última cena. María como pedagoga nos lleva al si, al amén que no es resignación sino apertura que es descubrir que detrás de ese si aceptado a veces en la oscuridad de la fe se abre un camino de novedad para nosotros que transforma nuestra existencia. Queremos redescubrirla a Ella como educadora en nuestros procesos de crecimiento humano en la fe. Cuando el amén de María se hizo Amén en tu corazón y en momentos cruciales de la vida fue ese si vivido tantas veces en la oscuridad y sin comprender lo que te abrió el camino al tiempo nuevo con el que Dios quería marcan un nuevo tiempo para tu historia

En cierto sentido María ha participado de su fe eucarística antes de que ésta fuera instituida por el hecho mismo de haber ofrecido su corazón y su vientre y su seno virginal en el si incondicional a Dios para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía mientras a la pasión y resurrección con la encarnación. Concibió en la Anunciación al Hijo de Dios incluso en la realidad física de su persona y su sangre anticipando en ella misma se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe el pan y el vino, el cuerpo y la sangre de Cristo y allí ella tiene mucho para enseñarnos y mostrarnos del modo de trato que se merece el darle la bienvenida a Jesús hecho Eucaristía como ella le dio la bienvenida de adoradora de corazón virginal al ver a su Hijo que se hacía carne en su seno Hay una analogía profunda entre el si pronunciado por María, las palabras del Angel y el Amén que cada uno pronuncia cuando recibe el cuerpo de Jesús A María se le pidió creer que quien concibió por obra del Espíritu Santo era el Hijo de Dios en continuidad con la fe de la Vírgen en el misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús Hijo de Dios y de María se hace presente en todo su ser humano bajo las especies del pan y del vino F eliz la que ha creído dice Lucas 1,45 ha anticipado también en el misterio de la encarnación la fe eucarística de todos nosotros como Iglesia que somos felices. Celebramos y festejamos cada vez que nos reunimos alrededor de la mesa del altar para contemplar y gozar de ese misterio Dios en medio de nosotros bajo los signos del pan y del vino

En cada uno de nuestros que se haga como Dios quiera hay en el fondo un si mariano que sostiene se entrega y es ofrenda En ese sentido en escondida actitud de servicio y como pedagoga silenciosa María va como guiándonos en esa comunión de amor que tiene ella con cada uno de nosotros a partir del misterio pascual cuando Cristo la entregó como Madre y es desde allí desde ese reconocimiento del si dado en el silencio del corazón junto a María donde queremos hoy detenernos para sacar a la luz cuanta presencia mariana ha habido en nuestro camino de seguimiento de Jesús por eso te invitamos a compartir aquellas veces que tu si en María se hizo vida en el corazón y te abrió a un nuevo horizonte para tu historia. Ese si que costó, que se dio en la oscuridad Tal vez se dio con incertezas Ese si vivido con dolor pero que después de dado, de entregado el corazón detrás de ese que sea como Dios quiera empezaste a vivir una vida nueva

María es el primer sagrario de la historia donde el Hijo de Dios invisible a los ojos de los hombres invita a la adoración de Isabel como irradiando su luz a través de los ojos y la voz de María que sencillamente la saluda La mirada de María al contemplar el rostro de Cristo recién nacido y al estrecharlo en sus brazos no es acaso el inigualable modelo de amor en el que tenemos que inspirarnos cada vez que buscamos adorar al Señor? María es sagrario y modelo de adoración. Sagrario porque en ella fue también el Hijo de Dios escondido y modelo de adoración porque nadie como ella lo contempló a su Hijo cuando lo tuvo entre sus brazos al nacer, cuando lo acompañó y educó como niño, cuando lo siguió de cerca en su predicación pública, cuando lo tuvo finalmente entre sus brazos y cuando murió en la cruz. Nadie como ella lo vio y lo contempló. María primer sagrario, María modelo de adoración, modelo de contemplación

María con toda su vida junto a Cristo y no solamente en el calvario hizo suya la dimensión de ofrenda que aparece en el misterio sacrificial de la Eucaristía. Cuando llevó al niño al templo para presentarlo al Señor oyó al anciano Simeón que decía del niño señal de contradicción sera y una espada te atravesará tu propia alma Así se pre anunciaba el drama del Hijo Crucificaado y en cierto modo se prefiguraba el drama de María al pie de la cruz preparándose día a día para el Calvario María fue una especie de Eucaristía anticipada segúm la expresión de Juan Pablo II en el misterio eucarístico Se podría decir una comunión espiritual de deseo y ofrecimiento que culminará en la unión con el Hijo en la pasión y se va a manifestar después en el misterio pascual en la participación en la Eucaristía presidida por los Apóstoles como memorial de la pasión¿ como acercarnos e imaginar los sentimientos de María al escuchar de la boca de Pedro, Juan Santiago y los Apóstoles en la Ultima Cena Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes. Aquel cuerpo entregado como sacrificio presente en los signos sacramentales es el mismo cuerpo en su seno El mismo cuerpo que al descender de la cruz estaba entre sus brazos

Hagan esto en memoria mía dice Jesús en la última cena En el memorial del calvario está presente todo lo que Cristo ha llevado a cabo en su pasión y su muerte por lo tanto no falta lo que Cristo ha realizado con su Madre para beneficio nuestro Le confia al discípulo predilecto y en el la entrega a cada uno de nosotros Aquí tienes a tu Hijo a todos nosotros. Aquí está tu madre y a partir de allí en éste misterio de comunión con María nosotros aprendemos a entrar en comunión con su Hijo como Ella permaneció con su Hijo en comunión con El Feliz el vientre que te llevó y el pecho que te amamantó, felíz más bien el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica es vivir en comunión con María,llevarla a la propia casa es la clave de la bienaventuranza en las que el Señor nos invita a ser felices haciendo de la vida una ofrenda y entrega a Dios al modo mariano estilo de Jesús pascual que es en la entrega de la propia vida muriendo a nosotros mismos como resucitamos y nacemos a una vida nueva En ese sentido vivir en la Eucaristía la pasión muerte y resurección de Cristo significa éste don de saber morir en El para resucitar con El, significa tomar con nosotros a quien el Señor nos da a María para que en Ella aprendamos como es ésta ofrenda de las entrañas del corazón. Cristo y su Pascua son en la Eucaristía renovada de cada día una escuela que con María se abre a la vida nueva que Dios quiere inaugurar en cada uno de nosotros. María entonces aparece como pedagoga, María aparece formándonos en la Pascua de Jesús

 

                             Padre Javier Soteras