15/07/2020 – Esta semana, el equipo de “Por la vida” nos trajo para el análisis el tema del “alquiler de vientres”.
Nicolás Lafferriere, Ines Franck, Daniel Vargas, Rodrigo Bustos y el resto de columnistas y especialistas que acompañan cada edición del espacio, abordaron esta temática a raíz de las inquietudes de los oyentes y de una propuesta legislativa en este sentido.
El alquiler de vientres es también conocido como maternidad subrogada o gestación por sustitución y “a veces se instala este tema por parte de algunas personalidades mediáticas que parecen naturalizar este tipo de prácticas, que tienen un trasfondo bastante complicado que vamos a desentrañar”.
“Cuando hablamos de este tema estamos hablando de una de las modalidades de las técnicas de procreación artificial, es decir, la que se da por una vía distinta de la unión sexual de varón y mujer. Esta técnica puede ser intra corpórea o extra corpórea.”
Los especialistas especificaron que si esta técnica es “extra corpórea se involucra la concepción de embriones fuera del seno materno y después esos embriones son transferidos. Una modalidad de esta técnica, es que haya una mujer que se ofrezca a gestar ese embrión y, al término de esta gestación, lo entrega a los que encargaron la técnica. Es decir, es un contrato entre la mujer que se compromete a gestar ese bebé y, luego de darlo a luz, lo entrega, renunciando a los derechos de filiación. De allí viene la palabra de maternidad subrogada, ya que subrogar significa “ocupar el lugar de otro”.
Esta técnica, en general, está desde hace mucho tiempo cuestionada por una serie de problemas. Y ha sido utilizada en el último tiempo, sobre todo, en el surgimiento de un “turismo reproductivo” de países que promueven estos contratos y logran atraer a personas que buscan un hijo, las cuales se trasladan a esos países : India, Rusia, EEUU (en algunos estados) , Ucrania y en algunos países asiáticos. Todo esto intermediado por un centro de fertilidad.
Esta maternidad subrogada generalmente va acompañada de situaciones de explotación de las mujeres que, ante la pobreza o necesidad, recurren a este tipo de contratos, en los que se les paga por un servicio reproductivo. Todo esto está muy cercano a la compra-venta de niños, al haber una cuestión económica de por medio y con varias personas involucradas, varios sujetos participantes.
Para conocer más acerca de este tema y las diferentes modalidades de esta técnica te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de esta nota y a compartirlo en tus redes sociales
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