“No podemos permitir que la globalización se convierta en un nuevo tipo de colonialismo”

11/09/2020 En el ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, comenzamos a leer y a desglosar la Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida Amazonia”, del Santo Padre Francisco, dedicada al Pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad.

En este programa, continuamos en el capítulo primero: Un sueño social.

“Ya Benedicto XVI, denunciaba: la devastación ambiental de la Amazonia y las amenazas a la dignidad humana de sus poblaciones» . Muchos dramas estuvieron relacionados con una falsa “mística amazónica”, donde se la presentó como un enorme vacío que debe ocuparse, como una inmensidad salvaje que debe ser domesticada.

Todo esto con una mirada que no reconoce los derechos de los pueblos originarios o sencillamente los ignora como si no existieran o como si esas tierras que ellos habitan no les pertenecieran. Aun en los planes educativos de niños y jóvenes, los indígenas fueron vistos como intrusos o usurpadores. Sus vidas, sus inquietudes, su manera de luchar y de sobrevivir no interesaban, y se los consideraba más como un obstáculo del cual librarse que como seres humanos con la misma dignidad de cualquier otro y con derechos adquiridos.” (12)

Sobre esto, el padre Javier dijo que entran en juego dos conceptos: lo brutal y lo racional. “Es una manera de avanzar donde el “progreso” sobre la postergación, la falta de desarrollo y crecimiento”, dijo.

Agregó, además que, hay que considerar qué modelo de humanidad interviene en esos lugares para considerar al otro, a quien habita desde siempre y, desde el poder, del ejercicio indiscriminador del mismo, de la falta de respeto por los derechos de los habitantes de la tierra en su origen, se avance a favor de una sociedad de mercado donde lo que ha de liderar es el intercambio de bienes favoreciendo el desarrollo y el crecimiento de un grupo muy reducido de la humanidad sin considerar la sustentabilidad de lo que se aprovecha de esas tierras para su posible renovación, su recreación.

Luego, el siguiente punto conversado fue:

“Este avasallamiento no vino sólo desde afuera, también poderes locales, con la excusa del desarrollo, participaron de alianzas con el objetivo de arrasar la selva de manera impune y sin límites. Los pueblos originarios han visto con impotencia la destrucción de ese entorno que les permitía alimentarse, curarse, sobrevivir y conservar una cultura que les daba identidad y sentido. Los débiles no tienen recursos para defenderse, mientras el ganador sigue llevándoselo todo, «los pueblos pobres permanecen siempre pobres, y los ricos se hacen cada vez más ricos» (13)

“Toda deuda que se adquiere, la termina pagando el pueblo”, expresó el padre Javier y sumó diciendo que, “el lugar donde más se desgasta la economía es en más impuestos o más carga de algún tipo que recae sobre la población, es decir, sobre los más débiles”.

El padre Javier dijo que el Papa Francisco muestra el costado, ya no una geografía marcada por los límites que establece el río, las montañas o una línea política establecida como lugar de diferenciación de pueblo y pueblo, sino que esta otra geografía la determinan los intereses del mercado.

“A los emprendimientos, nacionales o internacionales, que dañan la Amazonia y no respetan el derecho de los pueblos originarios al territorio y a su demarcación, a la autodeterminación y al consentimiento previo, hay que ponerles los nombres que les corresponde: injusticia y crimen. Cuando algunas empresas sedientas de rédito fácil se apropian de los territorios y llegan a privatizar hasta el agua potable, o cuando las autoridades dan vía libre a las madereras, a proyectos mineros o petroleros y a otras actividades que arrasan las selvas y contaminan el ambiente, se transforman indebidamente las relaciones económicas y se convierten en un instrumento que mata.” (14)

Se suele acudir a recursos alejados de toda ética, como penalizar las protestas e incluso quitar la vida a los indígenas que se oponen a los proyectos, provocar intencionalmente incendios forestales, o sobornar a políticos y a los mismos indígenas. Esto viene acompañado de violaciones de los derechos humanos y de nuevas esclavitudes, de la peste del narcotráfico o de la trata de personas. No podemos permitir que la globalización se convierta en «un nuevo tipo de colonialismo».(14)

“El papa Francisco, no sólo denuncia, sino que desenmascara las maneras sofisticadas con las que el sistema buscar ocultar esta voracidad y esta criminalidad con la que operan”, finalizó diciendo el padre Javier.

Te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de esta nota y a compartirla en tus redes sociales.

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