Padre Fares: de qué manera el Evangelio ilumina toda la realidad

miércoles, 2 de enero de 2019


21/12/2018 – En la última conversación del año con Radio María, el padre Diego Fares, jesuita mendocino que hoy escribe en la revista Civiltà Cattolica, reflexionó acerca de cómo el Evangelio ilumina la realidad, incluso los fenómenos sociales más controvertidos como lo son los abusos, la violencia machista y las denuncias que a veces lindan con el escrache.

Los creyentes sabemos bien que el Evangelio, en cuanto palabra del Dios creador, que contiene la Revelación completa, tiene la capacidad de iluminar toda la realidad, en todo tiempo. Pero, ¿en qué medida el Evangelio tiene la capacidad de iluminar toda la realidad, también la de nuestro momento actual, tan complicado?, le preguntamos al padre Fares.

Y respondió: “Tenemos que pensar en el evangelio como una vela, no como un reflector; como un candil que se pone en la mesa o como una antorcha que se pasa como testigo, pero no como una usina atómica que con un interruptor enciende o apaga la luz de media ciudad. Porque la luz de Jesús es más promesa de que te iluminará fielmente toda la vida que noticia bomba que descubre un hecho de último momento”.

El padre Fares recordó una frase del papa Francisco: “Podemos reconocer la luz de Jesús porque es una luz humilde. No es una luz que se te impone, sino que es humilde. Es una luz apacible, con la fuerza de la mansedumbre; es una luz que te habla al corazón y es también una luz que te ofrece la cruz. Si nosotros, en nuestra luz interior, somos hombres mansos, entonces oímos la voz de Jesús en el corazón y contemplamos sin miedo la cruz en la luz de Jesús».

Según el sacerdote jesuita, “para hacer ver su verdad a largo plazo, Dios eligió otro camino: en vez de crear un nuevo sol que aclarara todo, mandó a Jesús que, como una vela nos iluminará la cara si nos asomamos con los pastores a su pesebrito”.

En efecto, agregó, “el Evangelio ilumina todo -es verdad-, pero desde una luz que se enciende en el corazón de cada uno y que como con una velita que enciende a otra, hay que pasar a otro corazón: a un hijo, a una nieta, a un vecino, a alguien que para la oreja ahora escuchando la radio. No a todo el mundo de golpe”.

Por último, dijo que “la luz de Jesús nunca ilumina como un reflector como esos que descubren a los inmigrantes desesperados que quieren saltar un muro con alambre de púas en la noche. El evangelio te ilumina caminando con vos. Cuando es de día, no te hace falta, cuando es de noche -culturalmente hablando, cuando sentís que se te oscurecen los valores sociales en los que confiábamos- sí, es necesaria su luz. Pero no será una luz que ilumine todo tu camino o todo nuestro país -todos los valores y sus consecuencias legales-, sino una luz que te pone nuevamente en camino cada mañana y te va iluminando paso a paso las situaciones más importantes que vivís, allí donde tenés que tomar tus decisiones”.