Pidiendo cosas imposibles

lunes, 1 de junio de 2015
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Podemos todo por la oración. Si no recibimos nada es porque o nos falta fe o no hemos orado bastante, o porque no sería conveniente para nosotros lo que solicitamos nos sea concedido, o porque Dios nos quiera conceder otra cosa mejor que lo que pedimos. Pero jamás no recibiremos lo que pedimos porque sea demasiado difícil de obtener; nada es imposible de obtener…

No vacilemos en pedir a Dios aun las cosas más difíciles, tales como la conversión de los grandes pecadores, de naciones enteras; pidámosle más que todas, aquellas que son las más difíciles, con la confianza de que Dios nos ama apasionadamente…; pero pidamos con fe, con insistencia, con constancia, con amor, con buena voluntad…, y estemos seguros de que si pedimos así y con suficiente confianza, seremos escuchados, recibiendo la gracia solicitada o una mejor.

Pidamos, pues, ardientemente a Nuestro Señor las cosas más imposibles de obtener, si ellas son para su gloria, y estemos convencidos que su Corazón nos las concederá, tanto más cuanto más imposibles parezcan humanamente, pues dar lo imposible es lo que más ama Él y le es más agradable a su Corazón, ¿y cómo nos ama Él?

Beato Charles de Foucauld