Recrear los espacios en la pastoral juvenil

jueves, 24 de junio de 2021
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24/06/2021 – En un nuevo programa de “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” continuamos en el Séptimo capítulo de la Exhortación Apostólica «Cristo Vive» del Papa Francisco dedicada a los jóvenes, y en el que el Papa aborda el tema de  la Pastoral de los Jóvenes.

En el punto 216 de la Exhortación Apostólica, el Papa Francisco expresa: “Necesitamos desarrollar y potenciar nuestra capacidad de acogida cordial, porque muchos de los jóvenes que llegan lo hacen en una profunda situación de orfandad. Las comunidades como la parroquia y la escuela deberían ofrecer caminos de amor gratuito y promoción, de afirmación y crecimiento. Muchos jóvenes se sienten hoy hijos del fracaso, porque los sueños de sus padres y abuelos se quemaron en la hoguera de la injusticia, de la violencia social, del sálvese quien pueda. ¡Cuánto desarraigo! Si los jóvenes crecieron en un mundo de cenizas no es fácil que puedan sostener el fuego de grandes ilusiones y proyectos”.

Sobre esto, el padre Javier comentó: “Se lo puede vincular a dos expresiones del Magisterio de la Iglesia. En “Líneas pastorales para la nueva evangelización” donde la Iglesia allí se plantea, siguiendo una enseñanza del Magisterio Universal en Juan Pablo II, un lugar como casa y escuela de comunión”. Además agregó que hay que crear vínculos de cordialidad, “poniendo en sintonía los corazones para que, a partir de allí, las encontremos entre las cenizas (como utiliza el Papa Francisco) de la destrucción de sueños y proyectos que han sufrido las relaciones previas y que encontremos el fuego que dio origen a aquellos sueños”.

“Si crecieron en un desierto vacío de sentido, ¿cómo podrán tener ganas de sacrificarse para sembrar? La experiencia de discontinuidad, de desarraigo y la caída de las certezas básicas, fomentada en la cultura mediática actual, provocan esa sensación de profunda orfandad a la cual debemos responder creando espacios fraternos y atractivos donde se viva con un sentido”.

Con respecto a este párrafo el padre Javier dijo que en el desierto uno no tiende a construir algo fijo, sino más bien “ahí está el gran desafío de la Pastoral Juvenil: cómo recrear como nómades, como peregrinos, espacios que sean móviles y que sean pequeños y al mismo tiempo, reinventables según sean las circunstancias que el desierto ofrece”.

El punto 217 dice: “Crear “hogar” en definitiva es crear familia; es aprender a sentirse unidos a los otros más allá de vínculos utilitarios o funcionales, unidos de tal manera que sintamos la vida un poco más humana. Crear hogares, “casas de comunión”, es permitir que la profecía tome cuerpo y haga nuestras horas y días menos inhóspitos, menos indiferentes y anónimos. Es tejer lazos que se construyen con gestos sencillos, cotidianos y que todos podemos realizar. Crear lazos fuertes exige de la confianza que se alimenta todos los días de la paciencia y el perdón”.

Al respecto, el padre Javier comentó que no puede ser un espacio de refugio de gente que la está pasando mal, “sino de gente que contagia a otra la búsqueda de recrear esos espacios en el medio de lo inhóspito de lo que estamos transitando”.

“La experiencia de grupo constituye a su vez un recurso para compartir la fe y para ayudarse mutuamente en el testimonio. Los jóvenes son capaces de guiar a otros jóvenes y de vivir un verdadero apostolado entre sus amigos”.(CV 219)

Referido a esto, el padre Javier señaló que “en ese vínculo de fraternidad juvenil, se debe reflotar la presencia de Jesús en el medio: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20 ) y agregó “ésta es la dimensión que no hay que darla por supuesta”.

El padre Javier Soteras nos acompaña cada semana en este espacio

Acerca de la Pastoral de las Instituciones Educativas, Exhortación Apostólica «Cristo Vive», expresa en el punto 221: “La escuela es sin duda una plataforma para acercarse a los niños y a los jóvenes. Es un lugar privilegiado para la promoción de la persona. En este campo el Espíritu ha suscitado innumerables carismas y testimonios de santidad. Sin embargo, la escuela necesita una urgente autocrítica si vemos los resultados que deja la pastoral de muchas de ellas, una pastoral concentrada en la instrucción religiosa que a menudo es incapaz de provocar experiencias de fe perdurables.”

Sobre esto, dijo el padre Javier: “Hay un temor de los responsables de proyectos educativos escolares de cómo hacer para que el acontecer diario de la vida social y de los planteos en torno al estilo de vida del joven, puedan dialogar con esas realidades que acontecen en esos ámbitos fuera del escolar”.

Te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de la nota