29/07/2020 – El Padre Alejandro Puiggari nos acompaña en el ciclo “Solidaridad y Sinodalidad”. En esta oportunidad dialogamos sobre la figura de Santa Marta sobre la base del Evangelio según San Juan.
“Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. Marta dijo a Jesús: «Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aun así, yo sé que puedes pedir a Dios cualquier cosa, y Dios te lo concederá.» Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» Marta respondió: «Ya sé que será resucitado en la resurrección de los muertos, en el último día.» Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección (y la vida). El que cree en mí, aunque muera, vivirá. El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» Ella contestó: «Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»”
Evangelio según San Juan cap. 11 , 22-27
A Marta algunos la ponen como segunda. “Yo soy Marta pero quiero ser María”, dicen. Por favor, no dejes de ser Marta. Marta le habla a Jesús con mucha confianza: “Vos podés hacer el milagro”. Marta intercede, se une a la súplica con fe en medio del dolor de la muerte de su hermano. Marta le saca a Jesús una de a expresiones más hermosas: «Yo soy la resurrección (y la vida). El que cree en mí, aunque muera, vivirá». Y Marta hace la confesión de fe más fuerte que hay en el Evangelio de Juan: «Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.» Esta confesión de fe la hace esta mujer apasionada de los quehaceres cotidianos, la que a su casa la hace hospitalidad. Marta empezó a entender que de nada sirve agitarse, agobiarse; con serenidad confiesa su fe. Tenemos que reivindicar la figura de Santa Marta, estamos todos invitados a imitarla.
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