16/03/2022- Los tics son sonidos o movimientos compulsivos, a menudo repetitivos, que generalmente comienzan en la infancia. En algunos casos, pueden dar como resultado un diagnóstico de un trastorno de tic crónico, como el síndrome de Tourette.
Un estudio reciente sobre adolescentes y preadolescentes encontró una asociación entre el tiempo que pasan en las redes sociales y la gravedad de los tics, según los resultados preliminares publicados hace algunos días. Lo charlamos junto con el Dr. Roberto Ré, médico psiquiatra y fundador de la Red Sanar.
Todos hemos sufrido un tic nervioso en algún momento de nuestra vida, principalmente en momentos de ansiedad o tensión emocional. El distrés está fuertemente vinculado con estos episodios, de hecho, podría ser el detonante principal. Los tics pueden ser simples o complejos. Los tics motores simples son de duración corta (es decir, milisegundos) y pueden incluir el parpadeo de los ojos, encogimiento de hombros, arrugar la nariz, torcer el cuello, aclarar la garganta, soplar, olfatear, silbar, gesticular con las manos, cambiar de sentido, etc.
¿Cómo afecta la autoestima?
Dependiendo del tipo y de la complejidad, los tics pueden pasar desapercibidos , al menos en sus inicios. El problema se acentúa cuando interfiere en su vida cotidiana de forma negativa y afecta a sus relaciones sociales. Puede tener diferentes consecuencias negativas sobre el niño:
Tratamiento
La mayoría de los tics simples se resuelven en forma espontánea. Los que no, es recomendable realizar una serie de pasos:
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