“Señor Uno y Trino enséñanos a contemplarte en la belleza del universo”, Papa Francisco

viernes, 28 de agosto de 2020
image_pdfimage_print

28/08/2020 – En el ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” finalizamos este recorrido por la Carta Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común.

A lo largo de estos programas fuimos siendo conscientes del cuidado que debemos darle a nuestra Tierra, nuestra Casa Común. Profundizamos en los últimos puntos de la Encíclica, que finaliza con dos oraciones, una para todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.

La Trinidad y la relación entre las Criaturas

“El Padre es la fuente última de todo, fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. El Hijo, que lo refleja, y a través del cual todo ha sido creado, se unió a esta tierra cuando se formó en el seno de María. El Espíritu, lazo infinito de amor, está íntimamente presente en el corazón del universo animando y suscitando nuevos caminos. El mundo fue creado por las tres Personas como un único principio divino, pero cada una de ellas realiza esta obra común según su propiedad personal. Por eso, cuando contemplamos con admiración el universo en su grandeza y belleza, debemos alabar a toda la Trinidad.” (LS 238)

El padre Javier dijo que la Trinidad participa en toda la Creación y recreación de todo el universo como un único lugar, no como separados, sino como un único plan de Dios: “La acción de Dios inicial, continúa y se sostiene en el tiempo. Tiene un particular punto de la Encarnación de la Segunda Persona de la Trinidad en el seno de la Virgen María”, agregó. Además, el padre Javier, resaltó que, la plenitud del tiempo llega por la continuidad que el Espíritu Santo obra con su presencia hasta el final de todo lo creado.

“Para los cristianos, creer en un solo Dios que es comunión trinitaria lleva a pensar que toda la realidad contiene en su seno una marca propiamente trinitaria. El santo franciscano nos enseña que toda criatura lleva en sí una estructura propiamente trinitaria, tan real que podría ser espontáneamente contemplada si la mirada del ser humano no fuera limitada, oscura y frágil. Así nos indica el desafío de tratar de leer la realidad en clave trinitaria.” (LS 239)

Comentó el padre Javier que la estructura de todo lo creado esconde dentro de sí la marca de lo Trinitario: la acción del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: “Lo que nos falta para darnos cuenta de esto, es una mirada en tres dimensiones. Por eso, el acto creyente nos permite ver desde la Trinidad todo lo creado marcado, justamente, por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”, reflexionó el padre Javier. A su vez, dijo que, para ahondar en esto, “deberíamos pedir la gracia de tener esa mirada tridimensional que nos regala el acto de creer”.

Siguiendo en la lectura de la Carta Encíclica, nos detuvimos en el punto siguiente:

“Las Personas divinas son relaciones subsistentes, y el mundo, creado según el modelo divino, es una trama de relaciones. Las criaturas tienden hacia Dios, y a su vez es propio de todo ser viviente tender hacia otra cosa. La persona humana más crece y más se santifica cuando sale de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas. Así asume en su propia existencia ese dinamismo trinitario que Dios ha impreso en ella desde su creación.” (LS 240)

En este punto, el Papa Francisco, nos invita a salir del ser humano como ente encerrado en sí mismo. “Debemos descubrir que el ser humano es el que está llamado a ser cuando se interrelaciona con Dios y con todo lo creado”, expresó el padre Javier.

María, reina de todo lo creado

Esta maravillosa Carta Encíclica Laudato Si’, trae sobre el final la figura de la Santísima Virgen diciendo:

“María, que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que «conservaba» cuidadosamente, sino que comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios.” (LS 241)

Sobre estas palabras de nuestro Papa Francisco, el Director de Radio María dijo: “La Encarnación de Jesús lo tiene a Él acompañando a toda la creación. La Virgen María está en plena comunión con Él, también está traspasada, herida, tanto como toda la Creación”. Asimismo, el padre Javier, agregó: “Esta imagen nos ayuda para verla a ella como teniendo entre sus brazos todo lo que sufre y padece, está por dar a luz a algo nuevo”.

La Carta finaliza con un último punto, el 246:

“Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.

Oración por nuestra tierra

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

Oración cristiana con la creación

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas.

Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas.

Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas.

Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe.

Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos.

Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén.

Hoy en “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” finalizamos nuestro recorrido por la Carta Encíclica Laudato Si’…

Posted by Radio María Argentina on Wednesday, August 26, 2020