Ser familia en el mundo de la carcelación

jueves, 28 de marzo de 2019


28/03/2019 En el camino por visibilizar y darle a voz a los protagonistas del mundo de la carcelación, la pastoral carcelaria se vuelve puente y lugar desde el cual partir para encontrarnos con testigos y testimonios. En el  caso de este jueves,  compartimos la misión de 3 mujeres comprometidas con la pastoral en la Diócesis de San Francisco.

El proyecto que reúne a estas 3 mujeres es el  llamado “Proyecto Familias” una iniciativa de la Diócesis local para unir la cárcel con la realidad familiar de los internos; ellas pertenecen a la Parroquia La Consolata; estamos hablando de una religiosa la Hna. Zulema Rome y 4 laicas: Irma, Sonia, Estela y Raquel.

“Yo ingresé al “Proyecto Familia” desde que me jubile como docente, desde la experiencia de talleres con la palabra reforzamos la formación para luego ir en búsqueda de acompañar a las familias de quienes están presos”, expresó Hna. Zulema coordinadora del proyecto y parte integrante del grupo de las visitas.

“Somos un equipo de 5 mujeres, vamos libremente visitando y escuchando a las familias, nos encontramos con  mucho dolor pero también con mucha esperanza; la pastoral le brinda a la parroquia el listado de las familias y desde ahí hacemos el contacto personal. La realidad nos invita  al trabajo en red, se trata de estar y escuchar, no sé si contener porque es muy grande esa palabra,  es escuchar y compartir lo que se puede”, compartió Irma, laica e integrante del equipo a lo que agregó: “En 2018 se  inició el proyecto  con la Hna. Zulema, y este  es el tercer año que venimos aprendiendo”.

Sonia llegó al proyecto a través de la parroquia y  por una necesidad personal, su intención era prestar un servicio y ser  parte de las recorridas a las familias que son parte de su comunidad: “fue grandioso el proyecto en el barrio y un desafío enorme, son familias que sufren muchas necesidades  y que a lo largo de los años se han ido transformando, una de las causas de esos cambios estructurales  han sido las adicciones. La intención es acompañarnos y ayudarnos unos con otros y más cuando la necesidad es grande; al tener un familiar en la cárcel, la familia sufre la discriminación, las etiquetas, cuesta llegar”.

Nuevos caminos para el 2019

A modo de cierre y en perspectiva a la actividad planificada para este año, la Hna Zulema destacó los objetivos para los próximos meses en el trabajo con las familias:  “este año queremos implementar  más familias al proyecto, no nos habíamos animado a abarcar tanto por si no podíamos ya que había que se prudentes ; cuando se intentó lo primero que saltó es el miedo pero gracias a Dios lentamente esto se fue superando y hemos logrado armar un equipo de 5 personas  visitando periódicamente a 6 familias”.

En relación a la figura de la mujer en la misión dentro de la pastoral y en este caso específico, la religiosa subrayó: “La tarea no es fácil debido a que hay que ir con mucho espíritu y amor a la familia, hay que contenerlos pero vale la pena jugarse por esa causa. A estas mujeres del equipo yo las he comparado con las mujeres del antiguo testamento, cuando los hombres bajaron los brazos, ellas  no los bajaron tal como el ejemplo de Débora, Judith, Ester; todas mujeres fuertes del evangelio que apostaron y apuestan por sus seres queridos”.