“Voy a misa y se me caen las lágrimas al encontrarme con el Señor”, dijo Evangelina Modesto

sábado, 30 de noviembre de 2019

30/11/2019 – En la actualidad, Evangelina Modesto está integrada a la parroquia Santísima Trinidad y al Movimiento de la Palabra en Córdoba. Oriunda de Pascanas, en el sur cordobés, Evangelina durante muchos años recurrió a las prácticas de la denominada new age y los movimientos feministas. En la Semana Santa última estuvo en un retiro del Movimiento de la Palabra en Córdoba y hoy está en un franco proceso de conversión.

“Cuando me separé de mi pareja ingresé con fuerza en las actividades de la new age. Estaba a favor del aborto y todo eso. Uno de mis hijos, Tadeo, forma parte del Movimiento hace 6 años y fue su intercesión la que permitió mi conversión. Este año fui al retiro de Semana Santa del Colegio Taborín de Córdoba sencillamente porque no tenía con quien pasar la Pascua”, relató Modesto quien reconoció que a sus hijos solo los bautizaba pero evitaba que tomaran otros sacramentos.

“Ir a misa fue una de las bendiciones más grande que me pasó en este tiempo. Aprovecho las enseñanza que recibo de los sacerdotes. Voy a misa y se me caen las lágrimas. Siento que Dios me dice: ´Si me vas a seguir tenés que dejar todo”, sostuvo.

Modesto destacó además: “En mi corazon resuena con fuerza la Palabra que dice que el Señor me conocía desde antes de nacer. Su presencia en mí puede sanarlo todo. Mis compañeros de comunidad me dicen Él va a ordenar mi vida,, voy a poder comprender que yo puedo llevar mi cruz. Cuando encontrás el camino todo se vuelve más pleno”.

“Las mujeres somos las que custodiamos la familia, yo tengo 5 hijos. Yo nací en una familia muy grande, yo soy la séptima de 10 hermanos”, agregó y dijo: “No es fácil compartir lo que me pasa, muchos se han impactado con mi conversión. Hoy Jesús es el centro de mi vida”. Modesto también expresó: “Cuando rezo el rosario pido por todas las chicas feministas. Como dice el papa Francisco tenemos que ser una iglesia en salida, tenemos que salir y comprender”.

Por último, Evangelina compartió esta bella oración misionera:

Gracias Jesús mío,

gracias por salvarme,

gracias por sanarme,

gracias por mi nueva vida.

Te has convertido en el Señor de mis días,

en el centro de mi vida.

Me humilló ante ti

y humildemente te pido que me ayudes

a convertirme en testimonio vivo de tu amor.

Conviérteme en un instrumento de tu obra.

Tú eres el que no falla,

Tú eres para mi el Confiable.

Apoyo mi frente en tu Cruz y descanso en ti.

Amén.