Lo Común

viernes, 23 de octubre de
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Por común entendemos lo ordinario, lo de todos los días y lo de siempre. Esto, entre nosotros, no tiene buena prensa. Sin embargo la vida acontece en lo común, en lo simple y cotidiano. Lo espectacular surge de lo común cuando nos animamos a crearlo con nuestra responsabilidad y nuestras decisiones.
Damos muy poca importancia a lo común. ¡Cuánto nos cuesta detenernos y hacer conscientes la existencia!

 

 

Vivimos conectados y a “full” con el celular, enviando wassap, con la computadora revisando constantemente los mails o mensajes de face, con la TV mirando nuestro programa favorito… pero ¡qué poca importancia le damos a la naturaleza y al entorno que nos rodea! Qué poco nos detenemos a contemplar un atardecer, una puesta de sol, el color de las hojas de los árboles, las flores de los jardines, escuchar el sonido de los pájaros, etc. La naturaleza nos regala, permanentemente, la oportunidad de centrarnos y desintoxicarnos; si la escuchamos y le prestamos atención, ella nos permite experimentar calma, paz, tranquilidad, alegría y seguridad, porque es nuestra casa y nunca vamos a estar mejor que en casa. El Papa Francisco, en la última encíclica que escribió acerca de la ecología, llama a la tierra “casa común”.

 

 

Lo común también es lo de todos. Cuidar y respetar la naturaleza es respetarnos a nosotros mismos y, por sobre todas las cosas, a los demás. La “casa común” es para todos.

 

 

Nuestra vocación es común, vivir lo común de la mano de Jesús para que se convierta en algo fuera de lo común, capaz de atraer y convencer con el testimonio.

 

 

La vida es simple, sólo nos pide ¡amar y respetar lo común!

 

 

P. Juan Pablo Roldán

 

Mili Ortiz