El receso invernal de julio sirve para algunos de merecidas vacaciones y para otros muchos como un tiempo especial para preparar exámenes. Las bajas temperaturas hacen que tendamos a “acobacharnos”, a dormir más tiempo y a comer más. Además aparece el cansancio y las ganas de “desenchufarnos”. ¿Y si toca estudiar qué?.
1 . Armá tu rutina
¿Cuánto es lo que tenés que estudiar? ¿Te va a llevar todo el día o podés concentrarlo en una mitad del día?. Quizás sea mejor que te despiertes temprano y aproveches la mañana, seguramente la casa esté más tranquila y las distracciónes de amigos y planes de vacaciones se concentren más en la tarde noche. ¿Y si comenzás tu día de estudio con un tiempito de oración? Ofrecerle tu jornada al Jesús de la cruz te va a ayudar a llenarla de sentido. Oración del estudiante.
2 . Armá tu espacio de estudio
¿Dónde vas a estudiar y con quiénes? En lo posible evitá que sea en tu habitación, la tentación de la “siestita” a cualquier hora siempre estará latente.
3. Anima tu ambiente
En invierno evitá la melancolía. Escucha música de ritmos vibrantes, que provoquen la alegría y den ganas de bailar, de sentirse más feliz y más motivado durante el día. Contrasta los tonos grises y tristes del invierno con colores brillantes y alegres. Preferí accesorios de colores, aunque la moda invernal imponga el gris o el negro. Poné en tu cama sábanas vistosas y también algunas flores en la casa. Animá tu ambiente con los tonos del verano, aunque todo lo que te rodee vista de invierno.
4. Realizá alguna actividad física
Aunque todo te invite a quedarte adentro, salí a mover el cuerpo. Realizar algún tipo de ejercicio físico en el exterior es muy recomendable durante el invierno, permite mantenerse en forma, facilita el disfrute de la luz solar (escasa en la temporada) y estimula la tolerancia al frío. Un simple paseo de 20 minutos, dos veces por semana, puede ser la diferencia. Paradójicamente aunque te canses físicamente el cuerpo se llena de vitalidad que te va a ayudar a estudiar mejor.
5. Disfruta la luz del día
En la medida que se pueda, intentá exponerte al sol. Eso va a ayudarte a evitar el decaimiento invernal.
6. Comé bien
Aunque parezca que frenar para comer nos hace “perder el tiempo”, no es así. Si no te alimentás bien, aunque dediques muchas horas a estudiar, la capacidad de acumular conocimientos y aprender será menor.
7. Una mandarina no se le niega a nadie
El consumo de mandarinas resulta muy beneficioso para el organismo y está recomendado por médicos y expertos en nutrición debido a la infinidad de propiedades saludables que nos ofrecen. Contiene mucha vitamina C que fortalece el sistema inmune y aporta fibra. Además es rica, es simple y nos lleva seguramente a lindos recuerdos de infancia comiendo mandarina al sol.