EN LO SIMPLE, EN LO COTIDIANO… LO SUBLIME.

miércoles, 13 de julio de
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‘Valorar lo grande y lo pequeño;
las palabras y el silencio;
las manos que se brindan
y el tiempo que me donan.

Valorar las sonrisas que iluminan;
las miradas que hablan;
los abrazos que dan descanso;
valorar al bebé, al niño, al joven, al adulto y al anciano.

Valorar el corazón abierto;
el oído atento;
los sueños que animan, y las palabras que edifican;
valorar la Vida compartida.

Valorar la brisa que acaricia,
la lluvia que refresca y el sol que calienta.

Valorar las magníficas vistas del mar y de la montaña;
valorar la bella flor y el árbol que alberga los cantos de los pájaros.

Valorar el amanecer de un nuevo día
que me espera recorrer,
y, también, el atardecer de un día que culmina
repleto de intentos, inquietudes y alegrías.

Valorar, simplemente, aprender a valorar.
Valorar lo mío y lo ajeno.
Valorar cuando caminemos,
y aunque caigamos, levantarnos para seguir avanzando.

Valorar para crecer,
para enriquecerme,
para darme,
para descubrir en los detalles al Amor que me sale al encuentro.

(Cecilia Fernández – 13/07/2016)

 

 

Cecilia Fernández