“Cada obra de amor llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios” decía Madre Teresa de Calcuta. Pero es imposible acercarse a las personas si no confiamos en ellas.
Es cierto que solo hace falta mirar los noticieros, leer en las redes sociales e incluso escuchar a nuestros amigos recomendaciones del tipo “Tené cuidado. Hoy en día no se puede confiar en nadie” o frases muy conocidas como “Todos los políticos roban”, “Los empresarios se abusan”. “Los curas son pedófilos”. “Los mendigos son alcohólicos, ladrones y drogadictos” para reconocer el por qué como sociedad desconfiamos de todo el mundo.
Pero como enamorados de Cristo asumimos el desafío de querer poner nuestro granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor, más justo. Para seguir colaborando en la construcción del Reino. Y para lograrlo es necesario que venzamos las barreras de la desconfianza.
Así como lo hizo Guillermo Tagle. Él es el fundador de Razón en Cristo (REC), un proyecto audiovisual que busca transmitir valores cristianos. También es Director de la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Egresó del Colegio del Verbo Divino en el año 2009, cursó la carrera de Agronomía en la UC y se tituló el 2014.
Guillermo por cuestiones laborares tuvo que mudarse un par de meses a Sudáfrica, experiencia que compartió en una de las charlas de REC en donde nos recuerda que “ Si nosotros no rompemos estos prejucios la sociedad se va a envenar, porque vamos a entrar en un circulo de individualismo y de desconfianza del que no vamos a poder salir.”
No quiere decir que todo esto no suceda, no pase pero no podemos vivir generalizando.
A Guille antes de viajar todos le recomendaban que se aleje de la “gente de color” “porque son peligrosos y ladrones”. Pero esto no le impidió un día romper los prejuicios y acercarse a ver un partido de Rugby quería ver como el equipo del pueblo entrenada. Todos comenzaron a miralo con sorpresa y raro. Resulta que en donde vivia los blancos estan separados de lo negros por una calle. No se juntan “no se mezclan”. Lo increíble fue que los entrenadores lo invitaron a jugar. Guillermo se animó, jugó. No tenía idea de este deporte. También ellos superaron ese prejucio a la “gente blanca” prejuicio o incluso juicio que dice que “son racistas y que solo los valoran como mano de obra”. Sin superar esos juicios y prejuicios ésta experiencia no hubiera existido.
Tagle nos recuerda “Cristo confió en nosotros y también lo defraudamos pero no importa porque al final gracias a la confianza y al amor que él puso en nosotros él pudo cumplir con su misión. Es por eso que la única manera de ser feliz es vivir el mensaje de Cristo, amando al prójimo y no podemos amar si no confiamos.”
No hay colaboración, espacio para el servicio en un país, en un mundo en donde las personas no confían. No se puede ayudar
“Amar y confiar en lo que no conocemos, en lo que es desconocido”, es su recomendación.
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