Jesús, amado mío, acuérdate

viernes, 8 de diciembre de
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Acuérdate amoroso: tu santa voluntad

es mi único descanso y mi dicha colmada;

divino Salvador, sin miedo me abandono

y duermo entre tus brazos cual niña confiada.

Si también tú te duermes, rugiendo la tormenta,

tu despertar espero en mi profunda calma.

Mas durante tu sueño,

Jesús, para el desvelo

¡prepárame…!

Acuérdate de mí, que a menudo suspiro

a la espera del día del solemne suceso.

Envía pronto al ángel que nos ha de decir:

“¡Despertaos del sueño, ya se ha acabado el tiempo…!”.

Entonces con presteza franquearé el espacio,

Señor de ti muy cerca iré a ocupar mi puesto.

En el descanso eterno

tú debes ser mi cielo:

¡Acuérdate!.

 

 

Extractos de poesía número 24. Santa Teresita del Niño Jesús.

Mili Ortiz