Ese lugar adentro

jueves, 3 de octubre de
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Me vivo, a veces, con cierta insatisfacción y nostalgia de una vida más honda y más expuesta. Van pasando los días y el «hoy empiezo…» se va postergando ante los trajines cotidianos… Aún así, en algún momento del día, siento ese anhelo de volver a la «cueva del corazón», a ese lugar desde el que recibirme y disponerme con benevolencia hacia la vida, hacia cada rostro. Un espacio adentro en el que me experimento receptiva, sin miedo, sin amenazas y donde hay mucho amor.

Necesito despertar esa vida que se esconde detrás de la vida, cultivarla, asentarla en mí. Recuperar ese centro interior desde el que la realidad se ve con otra luz y donde cada día se encuentran motivos para agradecer. Se trata del lugar de la vida interior. Es muy importante descubrirla, sentir que crece, ofrecerla a otros. Esa vida profunda que es nuestro secreto.


La mayoría de las veces me vivo dispersa y siento que así no puedo darme bien, y me pierdo lo mejor: su Bendición a través de todas las cosas. Necesito recuperar silencio, un silencio que no es evasión sino agrupamiento de nosotras mismas al abrigo de Dios. Porque dicen que, así como es el fondo el que da color a todo el estanque, es nuestra hondura la que da color a todo nuestro vivir.


Fuente: rscj.es Autor: Mariola López rscj

 

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