Conocemos la historia del “Jesús te abraza” un “muñeco” de unos 50 centímetros de largo, túnica, pelos de lana marrón oscuro, con detalles de ojos, boca y nariz cocidos. El “Jesús que abraza” es un particular recurso catequístico surgido en la comunidad de Don Bosco de Córdoba y con el que se busca mantener a los más pequeños cerca del altar durante la celebración de la misa, y así, colaborar con una mejor vivencia de la misa para ellos y para los padres.
Silvia Garro y María Emilia Scotto, creadoras de la iniciativa, contaron que éstos recursos catequéticos son fruto del Espíritu Santo y de la oración de tres catequistas. “Dos personas observábamos la realidad de la misa dominical y cómo los chiquitos corrían de acá para allá. Mientras, la mirada de los adultos: “¡Por qué no se quedan quietos!”. Y ahí con Silvia Flores nos preguntamos por qué no poner una alfombrita cerca del altar y nos sentamos con algunos elementos para jugar con los chicos. Comenzaron a acercarse y mirando esta realidad nació un corazón de Jesús con grandes brazos que les daba la bienvenida a la alfombrita y les enseñaba la señal de la cruz.
Éste corazón de Jesús que abraza, tiene ojos y sonrisa, y los chicos lo querían tener. Y en este rezar, conforme fue pasando el tiempo, dijimos por qué no hacer un Jesús que abrace para que los reciba en la misa. Entonces lo llevan, lo traen, rezan con Él el Padrenuestro, los abrazan, juegan…
Además en la alfombrita pintan sobre el evangelio del día, una hostia grande con la que les llamamos la atención durante el momento de la consagración y les vamos enseñando. Son formas de marcarles la pauta pero el origen del Jesús que abraza, sale de la alfombrita”.
Además, María Emilia Scotto contó que “tiene los brazos largos y en las manos tiene abrojo, entonces se quedan pegados al cuello, y te abraza. Desde ahí hablamos con Jesús”.
El “Jesús te abraza” llegó a Francisco
El Papa Francisco recibió a fines de abril un muñeco del “Jesús que abraza” de manos de María Emilia Scotto. Además le hicieron llegar una carta:
“Querido papa Francisco: Tenemos un ‘Jesús que abraza’, es un muñeco, por llamarlo de alguna manera, aunque a nosotras no nos gusta llamarlo así. Tiene brazos muy largos y a los chicos, y no tan chicos, les encanta dejarse abrazar por él. Cada domingo los niños se los quieren llevar, pero nosotras le decimos que Jesús tiene que abrazar también a otros niños… Así nace el ‘Jesús te abraza’ que ha llegado a Usted”, dice la carta.
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