Pero ten compasión, aún es temprano acaso aún habrá tiempo.
Y me dirá el Señor: “Años y años esperándote llevo. Una vez y otra vez en esta espera granó la espiga y floreció el almendro. Y una vez y otra vez por si venías me asomé por las tardes al sendero. Y sin embargo seguiré esperando. Y todavía mientras que te espero, cuidaré que haya estrellas en tus noches y luz en tus auroras y flores en tu huerto”.
José María Pemán