Evangelio según San Mateo 18,21-35.19,1

lunes, 11 de agosto de
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Entonces se adelantó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. 

 


Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Señor, dame un plazo y te pagaré todo”.El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. 


Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’.El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’.Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. 


Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?’.E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. 


Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”. 


Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.



Palabra de Dios




P. Sebastían García sacerdote de la congregación Sagrado Corazón de Jesús de Betarrán. Animador y responsable de la Pastoral Juvenil 


 

¡Cómo nos cuesta perdonar! La pregunta de Pedro a Jesús es una pregunta profundamente humana. ¿Cuánto hay que perdonar? ¿Hasta dónde? ¿Cuántas veces?

Hablando una vez con un joven me decía: “Padre, ¿sabe lo que pasa..? Yo perdono, pero no me puedo olvidar…”

El perdón es mucho más que el olvido. Olvidar significa que lo que pasó no fue importante. Perdonar el algo muy diferente. Perdonar significa renunciar a un pretendido derecho a réplica, a venganza, al “ojo por ojo”, a cobrármela por mis medios, a buscar una pretendida justicia por mano propia.

Perdonar es mucho más. Es renunciar a estas pretensiones para no buscar más el mal y poder cortar el espiral de violencia en el que vivimos. ¡Claro que podemos olvidar! Pero aquí, en la lógica del Reino, no se trata de eso. Se trata de poder seguir adelante, confiando en las personas, incluso en aquellas que se han portado mal conmigo o me han herido y lastimado. Significa que yo no entro en la locura de la venganza. Significa que busco construir la paz. No por olvidar. Sino por contar con la gracia, que es la vida nueva de Jesús, para poder darle un nuevo significado a las cosas.

Perdonar no sólo nos acerca a Dios, sino que nos hace lo más parecido a Él. Porque recibimos de Él solo misericordia, somos capaces de compartir misericordia. Y eso es el perdón.

¿Cuántas veces? Infinitas.


Desde el Corazón de Jesús, un abrazo para vos, hermano, hermana, que sos parte de Oleada Joven.

 

Radio Maria Argentina