Señor, ¡que locos son tus caminos!
Muchas veces no comprendo,
Muchas veces no entiendo,
Pero aun así, confiado en tu amor,
Quiero navegar mar adentro.
Muchas veces no te oigo,
Y otras tantas no te veo,
Cuando todo parece silencio,
Tu palabra inunda de gozo mi corazón,
¡Tus palabras son incendio!
Bendito sea tu abrazo,
Bendito sea tu amor,
Bendito sea tu silencio,
Benditos tus caminos, Señor…
Soy inquieto Jesús,
Me cuesta comprender que mis tiempos no son los tuyos,
Pero en vos, amigo, está puesta mi esperanza,
Suave brisa que consuela,
Y que me devuelve la calma…
Sabiéndome amado, quiero amar,
Sabiéndome perdonado, quiero perdonar,
Enamorado de quien entregó su vida por mi,
Yo también la quiero entregar
Habla Jesús al corazón,
Mis puertas están abiertas,
Ven a cenar conmigo,
Que ya es tarde y la noche se acerca. Amen.
Julián Nuñez