Hay un tiempo para todo
tiempo para buscarte en el silencio
tiempo de ir hilando
puntada a puntada una historia
llena de tu presencia escondida.
Hay tiempo de llorar las heridas
y tiempo de abrazar las cicatrices
de lo que Vos, Señor, vas sanando.
Todo tiempo es tiempo
de búsqueda y encuentro.
Tiempo de gozar del orden
de disfrutar lo elegido
del reír compartido
tiempo de siembra esperanzada.
Hay horas de sombras en las que
solo queda sostener la apuesta,
confiar en lo ya discernido
y esperar que aclare.
Tiempos de nuevas invitaciones
de un Dios que nos sale al encuentro
y que no habita sepulcros sino
que nos espera en nuestras Galileas.
Camino largo a un presente
reconciliado en toda su hondura.
Pasos dados en libertad
y en la confianza de saber
que en cada invitación vence tu Vida.
Tiempo de seguir andando
tiempo de arriesgar y
seguir amando.