Descálzate, porque el terreno que pisas
es terreno sagrado.
Disponte, tú que hoy escuchas,
a recibir una historia que es la tuya,
la mía, la de todos.
La historia de un amor infinito, entregado,
vencido y vencedor.
Prepárate a contemplar,
en los días por venir, una cena,
una toalla ceñida a la cintura,
y todas las pasiones del mundo concentradas
en un mismo relato: amor y traición, promesas
y abandono, prejuicios y juicio, ultrajes, ayuda,
fidelidad al pie de una cruz,
el dolor desgarrado de las madres
de cada víctima inocente cuyos lamentos
atraviesan los siglos, la frialdad del sepulcro,
y una chispa de esperanza.
Descálzate, porque el terreno que
pisas es terreno sagrado.
Fuente: Rezando Voy