Adviento, tiempo de esperar con alegría

lunes, 30 de noviembre de
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Tiempo de espera, tiempo de gozosa espera. Tiempo de Adviento. Tiempo de esperanza nueva. Tiempo de vida. Tiempo de saludar el ayer con alegría. Dicen que ‘el que espera desespera’. Pero es sólo un ‘dicen’. Más me simpatiza el arte de saber esperar, la paciencia que me invita a conocerla y construirla más, la empatía de reconocerme vulnerable en otros, me humaniza sabiendo respetar. Esperar me da valentía, me eleva vivir cada día, como si éste fuera el último de mi vida. Porque verse como se nace en lo diario, los sentidos despiertan nuevos sentimientos de apreciar y acompañar al hermano.

Ser, es florecer. Ser es la oportunidad de saberse especial, frágil y semejante a los demás.
Entonces, ¿Cómo soy? O mejor dicho, ¿Cómo Dios me hizo ser?.
Es curioso saber, pero la singularidad de descubrirlo, es escuchando. Un acto tan simple y sencillo como su amor. Abrir el corazón no es fácil -para quién se cree dueño de sí- pero tampoco es imposible para Él, ya que sus modos de amar es la retórica de su lenguaje.

Tiempo de celebrar, tiempo de servir a los demás. Tiempo de escuchar, preparar y transformar el corazón. Tiempo de amar.
Como me dijo mi amigo sacerdote Leonardo M. : ‘En tiempo de pandemia corazonar el Adviento -clave de Esperanza- puede ser el camino que nos conduzca hasta Belén’.