¡Hey! ¿Qué tal? Te acuerdas que ya hace algunas semanas iniciábamos el tiempo de adviento? El camino del tiempo del adviento nos llevó a celebrar el tiempo gozoso de la navidad, que hoy llega a su conclusión con la fiesta del bautismo de nuestro señor Jesucristo, misma que nos invita a contemplar.
En nuestra sociedad actual vivimos acelerados, poco a poco se va perdiendo la capacidad de esperar, que nos invitó a intensificar el tiempo del adviento; pero también se pierde la capacidad de detenerse por un momento y observar con ojos de sorpresa o como si fuera la primera vez que se mira un acontecimiento o un evento o una imagen, o en nuestro caso, un misterio; contemplemos por ultima vez en este tiempo de navidad el rostro del niño Jesús que viene a darnos su vida y su alegría.
Detente por un momento y también contempla tu vida, lo que el Señor va actuando en tu historia personal y comunitaria. A veces vemos nuestra vida solamente desde nuestra perspectiva, ignorando la perspectiva del Señor, intenta hoy ver tu vida desde otra perspectiva, y siente que también a ti hoy, como en el día del Bautismo de Jesús, Dios te dice “Tu eres mi hijo amado”, y te ha enviado el Espíritu Santo a acompañarte en tu vida cotidiana.
Contemplando al Señor y su amor por ti, también contempla todos los dones que el Señor te da: la vida, la familia, la salud, los amigos, los alimentos; y agradece todo lo que el Señor te da.
Contempla por un momento el camino que haz realizado desde el inicio del adviento hasta hoy y agradece a Dios por este don de su amor, por haberte preparado a vivir este tiempo gozoso de la navidad. Un abrazo