En septiembre de 2018 se estrenó este documental sobre el Papa Francisco de la mano de un gran guionista, fotógrafo, productor y director de cine de vasta trayectoria, el reconocido alemán Win Wenders. Quien fascinado por su figura recoge en esta cinta los momentos más significativos de su papado entrelazando con escenas recreadas de la vida del santo en quien inspira su pontificado: San Francisco de Asís. El Papa Francisco viaja por el mundo para dar respuesta a preguntas globales sobre la pobreza, el materialismo, el desempleo, la ecología, la justicia social, la muerte, la desigualdad de riqueza y el papel de la familia. Siempre atendiendo a los más necesitados y transmitiendo un mensaje de esperanza.
Centrada en tres entrevistas divididas para la narrativa el Papa Francisco siempre alegre como caracteriza su persona, abre las puertas de su residencia en el Vaticano para dar a conocer su idea y su mensaje presentando su trabajo de reforma, desde su sencillez pero con valentía y humildad. Respondiendo las preguntas de todo el mundo, voces y caras representativas de la humanidad, desde el amor, la compasión y la tolerancia. Entablando un diálogo entre distintas religiones; “es mejor estar unidos como hermanos que estar distanciados, peleados y enojados” le habla a una gran cantidad de fieles en un material de archivo al comienzo del documental pregonando desde antes de ser el Papa Francisco cuando todavía era arzobispo de Buenos Aires por el año ’99, la fraternidad entre hermanos y hermanas.
El propio director con su propia voz en off va narrando para complementar la narrativa del mensaje. En línea con la idea del Papa y su mensaje; eje central de la película, considera de vital importancia la vida de San Francisco de Asís, quien en palabras del Papa Francisco el santo “significó una revitalización de la persona de Cristo de manera totalmente radical y absoluta; su pobreza”.
Una cuestión para destacar también es el trabajo de musicalización que logra hacer un aporte preciso en cada tema que se aborda en los momentos sin texto acompañando en meras relaciones gestuales y de miradas con los fieles.
Si bien no profundiza en los temas expuestos a lo largo del documental tampoco es la intención del director, con el visto bueno de la santa sede. Cautiva y emotiva por su sinceridad y espontaneidad. Me es imposible también hoy evitar pensar que en esa Basílica construida sobre los restos mortales del santo, nuestro amigo Carlo Acutis fue recientemente beatificado y sus restos mortales hoy descansan en las cercanías, en esa misma ciudad.