Me gusta vivir. Me gusta reír. Me gustan los mates amargos. Me gustan los ojos de Mimí, su andar, sus besos, su alegría al pasear. Me gusta el hogar encendido. Me gusta mirar el fuego arder. Me gusta leer. Me gusta dormir. Me gusta madrugar y vivir los días. Me gusta lo dulce. Me gustan las comidas del pa. Me gusta la esperanza que trae consigo cada nuevo día.
Me gusta desayunar. Me gusta rezar y sentir a Dios habitarme y colmarme. Me gusta la vida compartida con mi mamá. Me gusta reconocerla en mi modo de ser. Me gusta limpiar con música. Me gusta escuchar al Padre Javier en la radio. Me gusta la ducha caliente. Me gusta sentir la bolsita de agua caliente al entrar en la cama en invierno. Me gusta dormir la siesta. Me gustan las hojas del otoño. Me gusta que me miren a los ojos cuando hablo. Me gustan los abrazos. Me gusta hablar en profundidad. Me gusta el don de aconsejar de Flori. Me gusta la ternura con la que me mira el pa. Me gusta escribir. Me gusta correr y que el aire me dé en la cara. Me gusta dar gracias mientras corro.
Me gusta cocinar. Me gusta llorar cuando eso es lo que necesito. Me gusta el helado en verano. Me gustan las ocurrencias de Bruni. Me gusta pasar por el corazón los ‘mamá’ de los gurrumines. Me gusta llegar a la capilla y abrir los brazos para abrazar a quien viene corriendo y si puedo, hacerle upa. Me gusta amarlos.
Me gusta cómo me mira la Negra cuando charlamos, me hace sentir que realmente está ahí escuchando lo que sea que le esté diciendo . Me gusta la risa de Bian. Me gusta que Flaca sea mi vecina. Me gusta contemplar la casa y en particular la pieza después de haber limpiado. Me gusta que mis papás hayan aprendido el arte de marcarme límites y a la vez darme libertad. Me gusta cuando la Alegría se me escapa por los ojos.
Me gusta ser con otros. Me gusta soñar, confiar, creer, esperar, construir, servir, caminar. Me gusta volver a casa después de viajar. Me gustan las pelis que me hacen pensar. Me gusta la combinación ‘mates y diarios’. Me gusta el dulce de leche y el chocolate. Me gusta andar de jogging. Me gusta la ropa grande. Me gusta compartir.
En verano, me gusta andar de ojotas. Me gusta Calmayo. Me gusta la sensación de subirme al colectivo después de haberlo esperado. Me gusta la gente que te da ánimo durante las carreras al costado del camino. Me gusta manejar. Me gusta jugar. Me gusta la gente coherente.
Me gusta vivir. Me gusta mi patio en otoño. Me gusta mirar los colores del cielo desde la ventana, por entre los árboles. Me gusta llegar a iicana y encontrar a Pau. Me gustan las respuestas de Rose. Me gusta viajar en avión. Me gustan las hamacas paraguayas. Me gusta estar con mis amigos. Me gusta compartir la vida con Flori.
Me gustan las sonrisas del Chino y de Titín. Me gusta la paz de Vero. Me gustan las caminatas largas cuando voy acompañada. Me gusta que mis padrinos sean mis padrinos, me gusta saber que cuento con ellos. Me gustan las miradas que transmiten paz.
Me gusta ver correr a Mimí hacia mí. Me gusta derrumbarle la coraza a Cris a fuerza de besos. Me gustan los besos de Benja. Me gusta hacerles caballito y verles las sonrisas en el reflejo. Me gusta cumplir años. Me gusta escucharlos reír. Me gusta estudiar. Me gustan los parques de diversiones. Me gusta que me regalen flores arrancadas de por ahí.
Me gusta bailar las canciones de la Infancia aunque no me aprenda toda la coreo. Me gusta cursar y compartir vida con Sofi. Me gusta la hospitalidad de Golo. Me gustan los detalles de Yas y el abrazo con el que me saluda. Me gusta despertarme a mitad de la noche y ver que todavía me queda mucho para dormir. Me gusta el humor de Peter Capusotto. Me gusta la literatura latinoamericana. Me gustan los policiales y también las poesías. Me gusta aprender. Me gusta amar.
Me gusta decir dichos aunque a veces se me mezclen. Me gusta anotar lo que tengo que hacer en cualquier papel e ir tachando y sentir la satisfacción de la tarea cumplida. Me gusta lo organizado que es Juli, su entrega, su compromiso, su humor y nuestras charlas. Me gusta el abrazo apretadito de Mer. Me gusta el olor de los libros nuevos. Me gusta la mirada de Diane. Me gusta ser.
Me gustan los chistes compartidos con Jo. Me gustan los mates de Juli. Me gusta la empatía de Flori. Me gusta la bondad de Tomi. Me gusta cómo cocina Jo. Me gusta la determinación para actuar de Pau. Me gusta la historia compartida con Roxi. Me gusta la entrega y fortaleza de Me. Me gusta la música que me acerca a Dios. Me gusta la disponibilidad de las personas que viven en Dios, siempre listas para darse.
Me gusta la voz de Maki. Me gusta el testimonio de Sabri. Me gusta convertir cajas de zapatos en cajas de recuerdos. Me gusta reírme de mí misma. Me gusta coser y usar la ropa que hicieron mis propias manos. Me gusta la vista del canal en otoño. Me gusta la sed de Dios que intuyo en Pauli. Me gusta abrazar a Luci, me gusta que nos deje quererla y acompañarla. Me gusta volver una y otra vez a Dios.
Me gusta haber asumido mi historia y mi humanidad. Me gusta la ternura de Lichi. Me gustan los comentarios de Bian y Lolo. Me gusta la sonrisa de Iri. Me gusta la voz y la ternura de Amadeo. Me gusta quererlos. Me gusta soñar con otros, me gusta apostar y sostener la apuesta. Me gusta ir aprendiendo a ser yo misma en todo momento sin negociarme, sin camuflajes.
Me gusta no huir. Me gusta el olor a café. Me gusta cerrar los ojos y que el sol me dé en la cara. Me gusta escuchar el canto de los pájaros. Me gustan las charlas y los mates con Alfredo, amigo y padre, compañero y guía en este caminar. Me gusta esta aventura de aprender a ser plenamente humana. Me gusta ir hilando esta historia de amor.
Me gusta vivir. Me gusta el silencio habitado. Me gusta saberme sostenida por Dios. Me gusta que me corrijan porque eso implica crecer. Me gusta confiar a pesar de los miedos. Me gusta arriesgar y salir de mi comodidad. Me gusta compartir vida y fe con otros tantos que se han dejado encontrar por Dios. Me gusta conocerme. Me gusta que la historia y que mi historia personal en Dios tenga sentido. Me gusta que mi vida sea esta aventura de aprender a amar al modo de Jesús. Me gusta que cada día sea una oportunidad. Me gusta crecer. Me gusta vivir en libertad.
Continuará…
Los invito a escribir qué les gusta de vivir, yo acepté la invitación después de leer un escrito similar en la página PastoralSJ. Se sorprenderán, ¡hay tanto por agradecer!