Nacen mis tardes entre rezos y mates. Busco en el agua tus respuestas, siembro en el verde mis verdades. Truenan mis piedras. Corren mis arenas. No soy río, pero están bramando mis venas. En un arco se abre tu gracia. En mi iris sobrevuela tu magia. Te doy mi lluvia opaca, me das el sol de mañana. Quiero poder cantarte. Quiero poder rezarte. Quiero Señor cebarme un mate con el agua de tu río en la tarde. Quiero poder seguirte. Quiero poder amarte. Quiero Señor caminar contigo aunque se laven mis mates.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías…
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Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los…
Después de haber expulsado a los vendedores del Templo, Jesús volvió otra vez a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el…
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él…