17/03/2017 – Con motivo de la celebración del 1º día de San José Gabriel del Rosario Brochero, santo cordobés, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Córdoba publicó un mensaje resaltando la figura de Brochero como “hombre profundamente implicado con su pueblo, incansable constructor y forjador de una sociedad mejor”.
En dicha carta, se destaca entre otros temas, los momentos de dificultad que atraviesa Nuestra Patria y la situación de pobreza que se manifiesta, no en cifras, sino en personas, en historias de vida, reales y concretas, que dejan de ser números o estadísticas. Además, señala la preocupación por la que niños y jóvenes hayan quedado presos de discusiones salariales.
En octubre del año pasado muchos argentinos y particularmente cordobeses nos alegramos con la canonización del Cura Brochero. Peregrinaron a Roma: fieles, consagrados, autoridades, políticos, entre otros. También se vivió con intensidad en diversos lugares de nuestra Córdoba. Hoy 16 de Marzo estamos celebrando la fiesta litúrgica de San José Brochero, sacerdote de nuestra Iglesia Arquidiocesana que entregó generosamente su vida como buen pastor en las comunidades de Traslasierra. Lo reconocemos como intercesor y modelo de discípulo misionero. Hombre profundamente implicado con su pueblo, incansable constructor y forjador de una sociedad mejor. Se comprometió de verdad, luchó, y puso todo de sí, para lograr una Argentina mejor, trabajando en su parroquia pobre y humilde. Nuestra Patria, atraviesa momentos de dificultad. La situación de pobreza en nuestra provincia y país, se manifiesta, no en cifras, sino en personas, en historias de vida, reales y concretas, que para nosotros dejan de ser números o estadísticas. Junto a esto, nos duele que niños y jóvenes hayan quedado presos de discusiones salariales. Es claro que todos tenemos derechos de vivir dignamente y a conquistar un salario debidamente remunerativo, pero no podemos ser indiferentes -en la acción o en la omisión- cuando los que más necesitan, mendigan el alimento de la de la educación, la nutrición y el trabajo digno. Esta realidad nos interpela a todos –más allá de los intereses sectoriales- Sólo cuando mantengamos una mirada desde el Bien Común podremos comenzar a dar respuestas y superar este flagelo de la pobreza que toca diversas aristas de nuestra sociedad, como es el caso de la educación. Pedimos fervientemente a los actores involucrados que puedan lograr un diálogo sereno y constructivo. “Anhelamos una Patria de hermanos” donde sean respetados los derechos de todos los argentinos. Creemos firmemente que el Bien Común debe ser cuidado y protegido en un clima de serenidad, prudencia y apertura expresadas en el diálogo maduro. Los derechos de los particulares deben ser sustentados en el respeto a la Ley y a las obligaciones que aportan a la Paz Social. Animamos a todos a un diálogo maduro desde el consenso social para el cual se hace imprescindible ceder posiciones inflexibles. ¡Como argentinos, la vida y el testimonio del Santo Cura nos anima a caminar juntos y nos compromete como sociedad! Deseamos que a la par de la alegría que significa para muchos, tener un santo y un modelo de ciudadano, como San José Brochero, pueda estar el compromiso sincero de ser mejores ciudadanos, que busquemos incansablemente entre todos, el Bien Común, la Justicia y la Paz Social. Iluminados por la Palabra del Señor, y como comunidad de fe, invitamos especialmente en este día, a que las distintas comunidades de nuestra Arquidiócesis de Córdoba, imploremos la intercesión de San José Brochero, frente la compleja situación que atraviesa nuestra Patria y nuestra provincia.
En octubre del año pasado muchos argentinos y particularmente cordobeses nos alegramos con la canonización del Cura Brochero. Peregrinaron a Roma: fieles, consagrados, autoridades, políticos, entre otros. También se vivió con intensidad en diversos lugares de nuestra Córdoba.
Hoy 16 de Marzo estamos celebrando la fiesta litúrgica de San José Brochero, sacerdote de nuestra Iglesia Arquidiocesana que entregó generosamente su vida como buen pastor en las comunidades de Traslasierra. Lo reconocemos como intercesor y modelo de discípulo misionero. Hombre profundamente implicado con su pueblo, incansable constructor y forjador de una sociedad mejor. Se comprometió de verdad, luchó, y puso todo de sí, para lograr una Argentina mejor, trabajando en su parroquia pobre y humilde.
Nuestra Patria, atraviesa momentos de dificultad. La situación de pobreza en nuestra provincia y país, se manifiesta, no en cifras, sino en personas, en historias de vida, reales y concretas, que para nosotros dejan de ser números o estadísticas.
Junto a esto, nos duele que niños y jóvenes hayan quedado presos de discusiones salariales. Es claro que todos tenemos derechos de vivir dignamente y a conquistar un salario debidamente remunerativo, pero no podemos ser indiferentes -en la acción o en la omisión- cuando los que más necesitan, mendigan el alimento de la de la educación, la nutrición y el trabajo digno.
Esta realidad nos interpela a todos –más allá de los intereses sectoriales- Sólo cuando mantengamos una mirada desde el Bien Común podremos comenzar a dar respuestas y superar este flagelo de la pobreza que toca diversas aristas de nuestra sociedad, como es el caso de la educación.
Pedimos fervientemente a los actores involucrados que puedan lograr un diálogo sereno y constructivo. “Anhelamos una Patria de hermanos” donde sean respetados los derechos de todos los argentinos.
Creemos firmemente que el Bien Común debe ser cuidado y protegido en un clima de serenidad, prudencia y apertura expresadas en el diálogo maduro. Los derechos de los particulares deben ser sustentados en el respeto a la Ley y a las obligaciones que aportan a la Paz Social.
Animamos a todos a un diálogo maduro desde el consenso social para el cual se hace imprescindible ceder posiciones inflexibles.
¡Como argentinos, la vida y el testimonio del Santo Cura nos anima a caminar juntos y nos compromete como sociedad!
Deseamos que a la par de la alegría que significa para muchos, tener un santo y un modelo de ciudadano, como San José Brochero, pueda estar el compromiso sincero de ser mejores ciudadanos, que busquemos incansablemente entre todos, el Bien Común, la Justicia y la Paz Social.
Iluminados por la Palabra del Señor, y como comunidad de fe, invitamos especialmente en este día, a que las distintas comunidades de nuestra Arquidiócesis de Córdoba, imploremos la intercesión de San José Brochero, frente la compleja situación que atraviesa nuestra Patria y nuestra provincia.
PASTORAL SOCIAL ARQUIDIOCESANA.
IGLESIA CATÓLICA EN CÓRDOBA.
Córdoba, 16 de marzo 2017
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