Amor neumático I

viernes, 23 de octubre de 2009
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    El “amor neumático” es el que resiste los golpes y no pierde su forma. Es un amor reciliente. Resiste los baches y recupera su andar, es capaz de absorber el impacto .
La resiliencia es la característica de algunos materiales que les permite soportar una gran presión sin perder su forma. Es decir: es una capacidad elástica: se deforman para que una vez pasada la presión, vuelven a adquirir su forma original.
    Tenemos en el evangelio expresiones de Jesús que nos pueden resultar un tanto incómodas, como por ejemplo: si te pegan en una mejilla, ofrece la otra, si te roban el manto dales también la túnica, si te piden que camines una milla, camina dos…. Son cosas difíciles de internalizar, de procesar. Estas expresiones son una metáfora de la capacidad reciliente del corazón. Es decir, es la capacidad para resistir agresiones sin perder el amor, que es la forma por excelencia de la especie humana. Fuera del amor, la especie corre riesgos. El amor es la razon de ser y el principio vital que nos rige y que nos nutre.
    La agresión va a estar siempre: por el jefe que nos controla, por la factura de gas, por el hijo adulto que sigue siendo dependiente y nos desgasta, por el esposo/a  que son indiferentes y no se comunican, por el esposo/a que viene echando culpas por todo y no asume sus propias responsabilidades, por la víctima que siempre está pidiendo que la rescates de todos sus embrollos, por ese amigo que predica en vez de escuchar, que da consejos que nadie le pide, por las personas que transforman la verdad en mentiras, por ese chismoso que provoca divisiones en la familia o en el trabajo con esa lengua de víbora. La agresión nos viene también por esa madre que está centrada en ella misma todo el día, o por ese compañero de trabajo caprichoso o chismoso o competitivo, o por ese alcohólico que está provocando un caos alrededor suyo, por ese padre violento, por esos vecinos que nos vuelven locos. En definitiva, la bofetada siempre va a estar.
Tengo distintas opciones: devuelvo la bofetada, me voy, huyo de la escena para que no me sigan pegando, o me quedo. Lo mejor sería que pudiéramos optar por la tercera: permanecer en el lugar ¿qué significa esto?    Quedarse significa: NO PIERDAS TU RUMBO, no desvíes tu camino por las bofetadas que ligás de las personas difíciles o de las circunstancias adversas. Permanece, como la resiliencia del metal, guarda tu forma, tu lugar en el mundo, tu esencia. No te dejes corromper por la agresión que te viene de afuera o de adentro. Y lo tercero: No solo no devuelvo la bofetada sino que pongo la otra mejilla: busco construir algo superador: la paz allí donde hace su aparición cualquier forma de violencia.
   
    Amor neumático. ¿Qué hace la goma ante el impacto? Resiste, absorbe el impacto, vuelve a su misma posición, y sigue andando. Los hombres no somos máquinas, pero la verdad, ese día, el neumático me hizo pensar…

Otros pájaros Intérprete: Silvina Garré
Tiene los pies ligeros como el viento y una boca inoportuna siempre abierta.
No sabe mentir, tampoco dice la verdad y sufre ataques de cosquillas al atardecer.

Dice que no alcanzan las palabras cuando el vuelo de los sueños pierde altura.
Le gusta bailar, se esconde cuando dan las diez y manda cartas a cualquiera en algún lugar.

Es así ya no quiere cambiar tanta arena bebiendo del mar.
Por el cielo andarán otros pájaros este se queda acá.

Es así enemigo del sol, luz de luna bañando sus pies.
Por el cielo andarán otros pájaros este se queda acá.

Nadie vuelve al punto de partida cuando brillan horizontes generosos.
Un juego de amor para toda la eternidad parece tonto, darse vuelta y no poder mirar.

Es así ya no quiero cambiar tanta arena bebiendo del mar.
Por el cielo andarán otros pájaros este se queda acá.

Es así nadie está como ayer, se oscurece el puñado del sur.
Por el cielo andarán otros pájaros este se queda acá.

    Tenemos un problema cultural: la sociedad está enseñando mucho a no tolerar agresiones. Paradójicamente, se ha vuelto más agresiva que nunca.
    En los próximos minutos voy a estar dando unas claves para la comunicación con una persona difícil que nos pueden estar lastimando o produciendo dolor en este momento, gran parte de la estrategia en la comunicación –porque hoy poner la otra mejilla pasa en gran parte por la comunicación, por el diálogo, por la capacidad de ser claros-. Vivimos en una sociedad muy torpe a la hora de comunicarse. Casi diría que las palabras que necesitamos decir y escuchar están fuera de nuestro lenguaje ordinario y hasta suenan excesivamente librescas o novelescas o protocolares, porque estamos acostumbrados a comunicarnos de una manera muy áspera, muy dura, incluso agresiva. La cortesía, la amabilidad, la ternura, la gentileza en el hablar no forma parte de nuestros diálogos comunes y es un gran problema, porque cuando queremos producir un encuentro de cierto nivel de intimidad para que se produzcan los cambios, necesitamos esas herramientas del lenguaje, que están por algo. Por algo el hombre ha creado estas palabras: porque son necesarias como vehículo del amor y del crecimiento afectivo y emocional y espiritual de las personas. Entonces, ya de movida tenemos un problema: no estamos acostumbrados a hablar con ternura, con delicadeza, con respeto, con amabilidad. Y por tanto son muy pocas las posibilidades que tienen nuestros jóvenes de aprender esos aspectos del lenguaje. Y no confundamos al lenguaje del amor con algo “ñoñoso”.
    Es importante, a la hora de recibir la “bofetada”, saber que nos está doliendo. Las personas religiosas tenemos una gran tendencia al escapismo: negar el sufrimiento que nos está produciendo una persona difícil. Lo negamos porque habitualmente las personas que nos producen este sufrimiento generalmente forman parte de nuestro círculo privado, afectivo, íntimo. La persona que nos hace sufrir es generalmente aquella en quien hemos depositado más expectativas, más ilusiones, son personas con las que tenemos o hemos tenido proyectos en común, o está entre las personas de las que más necesitamos amor. Son personas que nos lastiman justamente porque al quererlos, al amarlos, se ha vuelto vulnerable. Tienen capacidad de hacernos daño o de herirnos justamente porque les hemos amado. El mal humor de nuestro cónyuge o de nuestros hijos o de los seres más cercanos afectivamente, no nos afecta de la misma manera que el mal humor del cajero del supermercado.
    El dolor es una señal de que amo. Señal desagradable, pero señal al fin. Si me duelen sus palabras, sus comentarios, su indiferencia, es porque me importa. Y es una muy buena pista a seguir para poder encontrar un móvil para salvar la relación. Es lo que nos mueve a permanecer en el lugar para poder seguir el camino. Si yo quiero una relación, la aprecio, es buen motivo para plantearme qué voy a hacer por ella.
    En el libro del profeta Oseas, Dios muestra la imagen de ese dolor que le produce su pueblo por haberlo defraudado: “…¿cómo podré abandonarte? ¿te entregaré Yo, Israel) –dice Yahvé…mi corazón se conmueve dentro de mi, se inflama toda mi compasión…” La rabia mezclada con compasión que experimenta Oseas, es reflejo de lo que Dios quiere decirnos: a pesar de su poder y de su fuerza, se muestra afectado en lo profundo por aquellos que ama. En el libro de Oseas podemos encontrar los ‘matices’ de nuestros propios conflictos. El dolor que nos produce la persona que queremos nos importa en sobremanera. Cuando las personas nos importan, tendemos a darle acceso a ese espacio interior que ellas son capaces de lastimar. Huir de la escena en vez de poner la otra mejilla es muchas veces la única alternativa que nos queda para no tener que soportar más sufrimiento o más rabia, porque la bofetada produce a veces mucho enojo, el enojo genera un fuerte impulso hacia la ruptura de la relación, y nosotros no queremos romper esa relación.
    De manera que si estás experimentando el dolor de una relación difícil, estás en buena compañía, porque Dios mismo es así. Jesús nunca nos prometió un jardín de rosas. El nos ama profundamente y de forma misteriosa. Todo ese remolino que se produce en nuestro interior puede y debe ser acompañado por Dios. Dios sabe de estas cosas, de estos dolores del amor. Es importante saber que estas personas nos pueden afectar de una manera que otros no pueden hacerlo.
    ¿Es importante para ‘hacer una factura mayor’, es decir, para replicar la bofetada? No. Es importante para saber que les amamos. Sus lados más amados probablemente nos hayan traído o nos traigan todavía momentos de cercanía, o de unión espiritual, o de intimidad, o de amistad. En cambio sus lados oscuros nos han traído frustración, tristeza, sentimiento de abandono. Y la intensidad de los afectos depende proporcionalmente del apego que tenemos por esas personas.
    Es importante entonces saber de qué se trata.
    Una fórmula muy pequeña del perdón, y muy simple: se trata de tomar conciencia del dolor que nos ha producido esa agresión, esa falta, esa carencia. Tomar conciencia también de todo el costo que ha tenido. Hacer una lista pormenorizada del costo que ha tenido para nosotros una agresión vivida, y finalmente, regalar ese costo. No dejar que no pague”, porque esa es una actitud pasiva. “Regalarlo”. Este es el paso más importante. No obstante, está hablando como propio de la persona que recibe una bofetada y pone la otra mejilla es porque el poder radica en ella, no en el otro. Por eso resiste, se queda, por eso puede poner la otra mejilla. El poder, la fuerza, está en ella.

DESARMA Y SANGRA
Tu tiempo es un vidrio, Tu amor un faquir
Tu cuerpo una aguja, Tu mente un tapiz
Si las sanguijuelas no pueden herirte
No existe una escuela Que enseñe a vivir.
El ángel vigía Descubre al ladrón
Le corta las manos, Le quita la voz
La gente se esconde O apenas existe
Se olvida del hombre Se olvida de Dios.
Miro alrededor Heridas que vienen
Sospechan que van Y aquí estoy
Pensando en el alma que piensa
Y por pensar no es alma, Desarma Y sangra

JUEGOS DE MUERTE (CON A. CORTEZ y Pablo Milanés)
Yo sé que vas a continuar jugando a que me matas
sé que también continuaré jugando a resistir
y en estos juegos perderá el amor que un día fue
como fantasmas nos verán buscándonos para vivir.

Y en cada intento de jurarnos mala fe
sucumbiré a la tentación de amarnos otra vez.  (porque hay una deuda pendiente-GL:))
Mas sé que vas a continuar buscando a los amantes (no lo vas a encontrar GL)
que mis amantes nombrarán
después de sonreír y este dolor renacerá el amor que un día fue:
como fantasmas nos verán buscándonos para morir.

    Esta podría ser la imagen contemporánea del poner la otra mejilla:
“al perderte yo a ti….tu y yo hemos perdido, yo porque era tu eras lo que mas amaba, y tu porque yo  era la que te amaba mas, pero de nostros dos, tu pierdes mas que yo, porque yo podre amar a otros como te amaba a ti……pero a ti no te amaran como te amaba…yo”
    Este texto es de alguien que expresa que ha tenido una pérdida. Sin embargo, conserva el poder. El podrá amar a otro porque el poder sigue estando en él.
    Nosotros tenemos una visión inversa: el que nos lastimó, el que nos dejó, es el que se lleva mi fuerza, mi poder, y no es así al menos desde la óptica desde la cual mira la vida el Evangelio.

    Voy a enfocar hoy las relaciones difíciles que se van ‘empantanando’ a veces por tonterías.
    Cuando un amor fracasa –del tipo que sea, no solo el amor de pareja- queda una deuda pendiente tenaz. Y uno se queda en ese juego de buscar ese poder de destrucción de la razón, de la competencia, en definitiva, en el juego de la muerte. Entonces buscan el abrazo, pero son ‘fantasmas’: no se pueden abrazar porque hay una tarea pendiente. La tarea pendiente de la ‘resiliencia’, la tarea pendiente de ‘inflar de espíritu la propia alma’, la de que ‘cada uno se haga cargo de su propia misión’, la tarea pendiente de que ‘la fuerza que es el amor radique en cada una de esas personas’. Esa firmeza con la que cuenta la cubierta de un automóvil para resistir y absorber el impacto del ‘bache’, del golpe.
    Es lo que decía el texto que mencionábamos recién: yo puedo volver a amar porque el amor radica en mi.

    Y la canción describe muy bien una tarea pendiente: hay un sinsabor, un sentir que no hice todo lo que hubiera podido hacer, no estuve a la altura de las circunstancias, el otro me falló, me enlazó, me condicionó. Es una persona difícil y me pegó tantas veces que al final terminé yo también tumbándolo de una buena piña. Pero no quedé en paz.
    Esa sensación de no quedar en paz, esa sensación de vacío, de insatisfacción tiene que ver con que ‘hay todavía una lección por aprender’. Todavía hay un grado más en esta escuela de la vida. No me puedo ir, no me puedo dar por expulsada. Todavía hay un aprendizaje que hacer. A eso apunta Jesús cuando dice “poné la otra mejilla”.
Empecemos por las pequeñeces, las triquiñuelas de todos los días, que desgastan más que los grandes problemas. La mayoría de los matrimonios que se divorcian, lo hacen porque ya no soportan más la convivencia, y si uno les pregunta por qué, es un mundo de cosas pequeñas. Pocas veces hay cosas graves. Es más fácil perdonar las cosas graves que esa ‘piedra en el camino que te va lacerando el pie en el andar de cada día’. Así que apuntemos a las cosas pequeñas, pero no por eso menos importantes. En su capacidad de dañar, las resistencias y las tolerancias y las paciencias con las que cada uno cuenta como recursos. Es importante abordar el diálogo.
    ¿Cómo se aborda el diálogo con una persona difícil, con una persona que tiene la facultad de lastimarme, de hacerme sufrir?
Probablemente, en la mayoría de los casos, se aborda desde el vamos con una situación negativa, enojosa, colérica o llena de rabia. Vamos a la carga desde el vamos. Y ese es el primer error que cometemos, es la primera falta en este amor neumático. Lo primero que debemos hacer es afirmar lo bueno ¿por qué? ¿por una cuestión de diplomacia? No. Por una cuestión que casi se diría de honestidad, porque la relación me importa. Porque si yo voy a hacer una demanda, o un reproche es porque en definitiva necesito que el otro cambie para salvar el vínculo. Entonces ¿qué es más importante? ¿el error del otro o el vínculo que yo quiero salvar? Si es el vínculo que quiero salvar para que crezca y se desarrolle, lo primero que tengo que hacer es reconocer lo que hay. ¿qué es lo que hay?: Te amo, reconozco y valoro estas cosas positivas que me has dado. Puedo hacer un recital de las cosas que me gustan de la otra persona, puedo hacer un reconocimiento de lo que lo aprecio, o de lo que quisiera que esa relación sea. Esto es muy importante, y sobre todo con personas que son muy difíciles, para que las personas no perciban solo confrontación como confrontación, sino como muestra de afecto, de ayuda: esto lo hago por los dos, por el grupo, por lo que sea.
    La experiencia de confrontación de una persona difícil puede ser a lo mejor traumática, o provenir de un padre abusivo, o de una persona indolente, o lo que fuera, y en seguida vuelve a sacar una mano para volver a pegar otra piña. Es importante que yo le haga saber que no vengo a pegarle, a devolverle mal por mal, sino que necesito que estemos bien.
    Por tanto, cuando no hay experiencia de asociar el amor con la confrontación, el amor con la discusión, cuando se piensa que cuando  hay discusión o hay confrontación no hay afecto, cuando este error se ha introducido en nuestra alma, necesitamos limpiarlo, y dejar claro que estamos en posición de diálogo, que estamos en posibilidad de sentirnos seguros, que el afecto no se negocia. “•Gracias por reunirte conmigo” “quiero que sepas que sos importante para mi”. Y estas expresiones se han tornado tan inhabituales, que cuando las escuchamos, por ejemplo, por parte de nuestro jefe, ya las tomamos como parte de una diplomacia y pensamos en lo que se vendrá detrás de este agradecimiento, como si fuera nada más que una máscara.
    “Estoy en relación con vos y quiero seguir estado”.” Estoy de “nuestra” parte, porque te aprecio. Quiero que las cosas sean buenas para ambos. Sé que estamos pasando por momentos difíciles, pero quiero que mejoren. Son distintos contenidos que pueden marcar una atmósfera distinta. “En verdad creo que por algo estás en mi camino” –lo cual es cierto-, “creo que Dios tiene para nosotros una misión, un aprendizaje”, “¡tenés tanto de positivo!: la forma en que trabajás, la paciencia que tenés, la forma en que me haces reir, lo bueno que era cuando las cosas andaban bien”. “Por todo esto es que necesito tener esa conversación para hablar de un problema, para ver si lo podemos solucionar”. Y allí pasamos entonces a describir algunos aspectos del problema.

AY AY AY AMOR Gloria Stefan

Ay ay ay amor
El tiempo no se detiene y tampoco le perdona a dos almas que se aman y no aprovechan las horas
No nos alcanza la noche ni mucho menos el día, si al final todo el amor se vuelve tierra y en ceniza
Amor sin ti nada es igual sin tu cuerpo ni tus ganas ni la eterna luz de tu mirar hay no dejes el tiempo pasar
que no es hoy que no te he dado quizás nunca te lo vuelva a dar
Solo preocúpate de hoy y solo de este momento que quizás no habrá un mañana y darte todo lo que siento
A los héroes en la vida su memoria lleva el viento pero nunca nuestro amor que crecerá mas con el tiempo
Ay  amor ay a amor tan solo preocúpate de hoy ay amor que la vida todo puede cambiar
ay amor que el tiempo no nos va a esperar
Si yo pudiera explicarte que de ti no es suficiente y cuando la noche acaba quiero amarte nuevamente
Por que tanto preocuparnos y con traición y envidia y al final tu cuerpo se convertirá solo en cenizas
Amor sin ti nada es igual sin tu cuerpo ni tus ganas ni la eterna luz de tu mirar hay no dejes el tiempo pasar que no es hoy que no te he dado quizás nunca te lo vuelva a dar
ay! no dejes el tiempo pasar que no es hoy que no te he dado quizás nunca te lo vuelva a dar

    Lo que acabo de compartir no es a modo de la estrategia de lo que el marketing de hoy usa en las promotoras de artículos: no es poner una carita buena o hacer una introducción positiva, cuando es solo para inflar el ego, que es sólido, rígido.  Es  feo ver que uno se siente manipulado en los aspectos emocionales íntimos: discursos de reconocimiento de valor que salen ‘de memoria’, eso que se hace ‘para sobarle el lomo’, y que triste ver que muchas veces eso funciona.
    El “amor neumático” funciona porque está lleno de “pneuma”, es decir, de espíritu. Es probable que tu persona difícil reaccione inmediatamente en cuanto comiences a elogiarla, hablar bien de ella, hacer un reconocimiento. Pero es necesario que eso se haga desde la verdad. La hebra de la vida se teje de dos hilos principales: uno es verdad, y el otro es gracia, es don. Y en los vínculos difíciles, esto es fundamental. El que renuncia a la verdad, ‘está frito’, y el que renuncia a la gracia ‘está igualmente frito’. No puede tejer nada, porque hacen falta las dos.
    El don, la gracia, es un regalo no merecido. No es que yo pongo la otra mejilla “porque se lo merece”, sino porque tengo la gracia. Porque Dios me la da a mi, yo se la doy a otro. Porque la vida es don: nadie ha merecido la vida. Y de ahí en adelante…¡cuántas cosas! Creo que no tenemos lentes para ver la cantidad de cosas que recibimos gratuitamente. “Dios hace salir el sol sobre buenos y malos” Imagen elocuente ¿queremos más?. Otra: “Dejen que crezcan junto el trigo y la cizaña”, en el mismo campo, buscando el mismo humus, la misma fertilidad, y “no la cortes, Padre. Dejá que la abone la tierra. Dale un tiempito más. Recién después, si no da fruto la cortarás”. Dios nos habla permanentemente de que somos “depositarios del don”. Eso no significa que haya que desconocer la verdad. Eso sería totalmente irresponsable, porque Dios no va a frenar por nosotros las consecuencias del mal en nuestra historia, en nuestra vida. Es ingenuo pensar que El va a relevarnos de una responsabilidad que nos está enseñando contínuamente a cumplir. Solo que para eso hay que ser muy humilde. Hay que estar lleno de espíritu, y no de ego

    Es muy probable que cuando comencemos a hablar con una persona difícil –porque las personas difíciles suelen ser irresponsables, necias, egocéntricas-  experimentemos inmediatamente la sensación  de que esa persona saque toda su artillería pesada, se atrinchere y empiece a tirar granadas. ¿Qué hacer en ese caso? Permanecer en la propia posición. ¿Cuál es? Estoy queriendo sostener el vínculo, salvar esta relación. Si adoptamos la postura de “¡cómo que lo voy a escuchar! Encima de que me pegó…” ¿es que no tenemos esperanza?
    Si el otro se siente atacado es necesario continuar la relación hasta que le trasmitamos la seguridad de que queremos estar de parte de los dos, de que queremos de que los dos salgamos beneficiados de ese diálogo. Hay que buscar la forma, pero se puede buscar cuando el otro está tranquilo y seguro de que no estamos para atacarlo, para herirlo, sino que estamos procurando de manera constructiva buscar un bien para los dos. Escuchemos al otro. Suena irónico, pero la conversación tiene mucho más oportunidad de que logres tu punto si podés callarte y escuchar. Y no se trata solo de un gesto de amabilidad. Se trata de que va a ser mucho más fácil la conversación si el otro puede de alguna manera lograr que se le preste atención a sus problemas y sus conversaciones interiores. Va a tener mucha más capacidad de éxito si logramos empatía. Capaz que el otro habla para autojustificarse, capaz que lo hace culpando, excusándose. Eso es parte del problema que no tenemos por qué asumir. Si nosotros vemos que está equivocado en su diagnóstico, que no está asumiendo su responsabilidad, es un rasgo que agrava su tendencia, pero es algo que no hay que escuchar en una confrontación porque vamos por otro camino. Mayor razón todavía para escuchar lo primero.
    El diálogo tiene que despejarse sobre todo de esa conversación interna que nuestro ego genera permanentemente, para que haya más lugar y más espacio en nuestras mentes para otras palabras nuevas, para que podamos ayudarlo a sentir que nos importa su punto de vista, que no estamos para llamarle la atención. Todos necesitan su día en el tribunal y su tiempo para protestar o para demostrar su punto de vista. Es sabio saber escuchar. Es muy valioso en el objetivo que estamos buscando. Podemos también escuchando descubrir algo del punto de vista del otro que no habíamos tenido en cuenta. Podemos informarnos de cosas nuevas.
    No quiero que esto suene a manipulación, pero la última persona en mostrar sus cartas está más en condiciones de ser escuchado, y es improbable que vos, si no escuchás primero, esperar efectos positivos. En raros casos, las personas difíciles, después de este reconocimiento de sus cosas positivas, después de haber sido escuchados con atención, después de ponernos en su posición, no hayan bajado bastante sus defensas, dejen de estar enojados y sean capaces de pasar a otro capítulo del mismo problema.

NO ME CREAS – Alberto Plaza
No me creas cuando digo que el cansancio esta venciendo
No creas
Si por un momento dejo de nadar en este río nada manso
No me creas cuando el mundo se derrumba ante mis ojos
Y no aguanto
No me creas cuando sientas que este frágil corazón Se ha vuelto de metal
Dame un beso cuando veas que la fuerza se me fue
Y veras que me levanto pues un beso tuyo cura todo
Cura todo

Cuando el aire cruza raro entre los árboles de mi alma
Tu no creas
Se podrán mover algunas hojas pero siguen firmes las raíces
Dame un beso y alíviame el dolor de estar tan vivo
Y verás que es pasajero pues un beso tuyo cura todo
Cura todo

Dame un beso y aférrate conmigo al paso de los años
Y abrígame que hay frío el resto del camino
Y solo un beso tuyo puede ser mi abrigo
Mi abrigo




Mi abrigo

 

Pidamos al  Señor que nos de la gracia de conservar el poder. Que nos llene con su Espíritu Santo, y nos permita abrir las alas y sobrevolar las situaciones difíciles, Que nos de ojos para ver lo bueno, lo noble y lo bello. Que nos de la facultad de gozar de la vida

GLORIA ESTEFAN – NO PRETENDO (AMOR Y SUERTE)
   No pretendo ser la gota que derrama tu silencio
Ni pretendo ser la nota que se escapa en tu lamento
No pretendo ser la huella que se deja en tu camino
Ni pretendo ser aquella que se cruza en tu destino

Sólo quiero descubrirme tras la luz de tu sonrisa
Ser el bálsamo que alivia tus tristezas en la vida
Sólo quiero ser la calma que se escurre en tu desvelo
Ser el sueño en que descansa la razón de tus anhelos

Simplemente es el amor cuando ha roto sus cadenas
Para darte el corazón No pretendo ser tu dueña

No pretendo ser la llama donde enciendes tus pasiones
Ni pretendo ser la espada que atraviese tus errores
No pretendo ser el aire que respiras en la noche
Ni pretendo ser la carne que destila tus derroches

Sólo quiero ser la mano que se tiende en el quebranto
Ser un poco ese remanso donde muere el desengaño
Sólo quiero ser la estrella que se engarza en tu mirada
La caricia que se entrega sin razón y sin palabras

Simplemente es el amor que ha encontrado su camino
Para darte mi ilusión No pretendo hacerte mío

Sólo quiero ser la mano que se tiende en el quebranto
Ser un poco ese remanso donde muere el desengaño
Sólo quiero ser la estrella que se engarza en tu mirada
La caricia que se entrega sin razón y sin palabras

Simplemente es el amor Que ha encontrado su camino
Para darte mi ilusión No pretendo hacerte mío

Simplemente es el amor cuando ha roto sus cadenas
Para darte el corazón No pretendo ser tu dueña

Para que la confrontación tenga efectos positivos debemos poner en práctica la empatía

COMO QUIERES QUE TE QUIERA     Rosario Flores
Como quieres que te quiera como quieres si no estas aquí
Como quieres que te quiera si no te das a mi

Subiré montañas y al río llorare
Y mi corazón me grita me aprisiona sin querer

Como quieres que te quiera si no te tengo aquí Como quieres que te quiera tan lejos ya de mi
Como quieres que te quiera si no te das a mi Como quieres que te quiera si se que te perdí

Soñare que el viento me lleva a donde estés
Y mi corazón me grita me aprisiona sin querer

Yo viviré cantando a las estrellas, por el día aquel yo soñare
Que la vida me entrega lo que tuve ayer

Participan los oyentes

– ¿Por qué siempre tiene que ser uno el que pone la otra mejilla?
GL: Esto tiene dos respuestas. Por un lado es difícil medir el ‘siempre’. Uno tiene que ubicarse –creo- en un lugar de humi8ldad no en relación al otro, sino en relación al “Gran Otro”. En segundo lugar, no se aspira a que sea siempre uno el que pone la otra mejilla. Poner la otra mejilla es una muestra de fuerza, muestra de capacidad, de recursos, y por otro lado de humildad. Pero no es eso lo que se está buscando. No es que alguien soporte la injusticia eternamente. Lo que aspiramos es a un cambio, una transformación. Lamentablemente muchas relaciones se rompen –y con eso se rompe parte de nuestra vida, se desarme el rompecabezas que la existencia nos ha puesto y nos van quedando huecos, justamente porque no llegamos hasta el fin de las posibilidades y recursos con que los seres humanos contamos para restablecer este valor nutritivo de la relación. Todos somos limitados en nuestras capacidades y todo el mundo sabe eso. Y una cosa es sufrir por algo y otra padecer daños de manera continua. Uno tiene que saber cuándo llegó su límite. A veces es un límite temporario, a veces un límite para cargar pilas nuevamente, a veces es un límite porque esta lección, este aprendizaje en la vida ha llegado hasta acá y no cuento con mas recursos para enfrentarlos. Y no se trata de imaginar un siempre negro, oscuro y negativo. En definitiva: aprender a desarmar los nudos en vez de aplicar el tijeretazo

SENTENCIA Alberto Plaza
Estaré en tu boca por donde vayas Y seré yo mismo lo que tu vences
Habrá primavera todos los meses Y serán de nubes nuestras murallas

Seré el compañero que no desmaya Cuando venga el tiempo de los reveces
Nos levantaremos una y mil veces Ganaremos una y otra batalla

Mírame a los ojos, yo te sentencio A volar conmigo por el silencio
A escapar del yugo de la memoria

Mírame a los ojos no digas nada La desesperanza está derrotada
Este es el amor, lo demás historia Historia…

Mírame a los ojos, yo te sentencio A volar conmigo por el silencio
A escapar del yugo de la memoria Mírame a los ojos no digas nada
La desesperanza está derrotada Este es el amor, lo demás historia
Historia…

–    Cómo hago para dialogar cuando el otro me ataca de entrada?
GL: Deja pasar el ataque y reconocé lo tuyo.
–    Lo dejo pasar, reconozco lo mío y el me dice ‘yo pongo en el platillo de la balanza y todo lo tuyo es muchísimo mas’
GL:  Si vos hacés un reconocimiento, pedís perdón, mostrás tendencia o apretura a los cambios, es decir, manifestarle que estás dispuesta a cambiar, luego podés pedirle ayuda, es decir, manifestarle también que estás dispuesta a cambiar pero no podés sola, que necesitás su ayuda. Nadie cambia bajo el peso del desamor. Expresá que necesitás de su parte una dosis de aceptación, de valoración, para poder pararte y comenzar a hacer cambios en los aspectos más sombríos. Si entramos en un ping pong de acusaciones mútuas, no hay salida, y no se llega a nada. ¡y la nada tiene un gusto tan amargo!
–    Cuando yo le pido perdón me responde: ‘ya que sos católica, que te perdone Dios. Yo no puedo perdonar nada’. Yo igual intento cambiar y me dice que ‘no es suficiente’ y siguen los agobios de soportar que me marque los defectos y ninguna virtud. Está muy cerrado.
GL: Yo no quiero introducir ninguna fantasía, ninguna irrealidad, pero en el fondo de tu corazón ¿vos crees que lo querés? Porque a veces las personas resentidas no pueden dejar de hablar desde el resentimiento, pero tienen otro lugar de afectos guardados ¿vos creés que en algún lugar él te quiere, te elige, te necesita? Por ejemplo ¿por qué no se fue todavía? Como dice la canción que escuchábamos recién, él te dice ‘sos esto, sos lo otro…’ pero desde algún lugar te dice ‘no me creas del todo lo que te digo’? ¿o creés que te está diciendo ‘se acabó, no hay más futuro’?
–    Creo que él no se permite reconocer que en el fondo todavía hay amor, una especie de actitud machista. Además fue abandonado en su infancia y le pesa mucho ese abandono, no lo pudo elaborar y sigue reclamando y reclamando
GL: ¿vos estás dispuesta a seguir luchando desde ese lugar donde vos creés que todavía te ama? ¿ o ya no tenés fuerzas y querés dar la batalla por terminada?
–    Yo sigo en pie
GL: ¡vamos todavía! Si vos creés que él te quiere y no lo puede reconocer y vos estás dispuesta, tenemos mucho para trabajar todavía. Tenemos lo más importante. Comenzá por decirle ‘yo sé que soy difícil en eto, en lo otro, pero creo que en el fondo vos me querés y no lo podés admitir, y yo también te quiero a pesar de todas nuestras ñañas, nuestros achaques. ¿Por qué no nos paramos del lado del amor mutuo?
–    Una vez le dije: ‘yo te sigo amando’ y me respondió ‘pero vos lográs el desamor en mi porque…’ y comenzó a sacar a la luz recuerdos negativos, se puso esa pantalla y no puede salir.
GL: No puede salir. No es que no quiera. Se ha atrincherado en el resentimiento pero no puede salir. En este caso, es más fácil perdonar cuando uno sabe que el otro no puede
El me dice que no puede perdonar. Y yo le digo que yo sí puedo. Voy a intentar de nuevo

A pesar de todo, me trae cada día la loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas, me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo me llueven luceros, invento un idioma diciendo… “te quiero”.
Un sueño me acuna, y yo me acomodo mi almohada de luna, a pesar de todo…

A pesar de todo, la vida que es dura, también es milagro, también aventura.
A pesar de todo irás adelante. ¡La fe en el camino será tu constante!
A pesar de todo, dejándola abierta, verás que se cuela el sol por tu puerta.
No hay mejor motivo, si encuentras el modo, de sentirte vivo… ¡A pesar de todo!

A pesar de todo estoy aquí puesta, los pájaros sueltos, el alma de fiesta.
A pesar de todo me besa tu risa, y el duende, y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan y la casa, los chicos que crecen jugando en la plaza…
A pesar de todo, la vida ¡qué hermosa! siempre y sobre todo, de todas las cosas.

¡Qué tontería hipotecar el futuro por el pasado! ¡Qué mal negocio somos capaces de hacer los seres humanos en materia de amor!

No resulta fácil olvidarlo todo y empezar de nuevo
no resulta fácil ignorar la huella que ha dejado un beso
no resulta fácil cuando se ha querido,
encontrar de nuevo lo que se ha perdido
No resulta fácil
despertar el alma cuando se ha dormido.

No es tan hermoso ver la luna en la ventana
Ni está tan limpio el aire de la mañana
Es tu distancia estando cerca la que más duele
Y tu mirada quieta la que me hiere.

No resulta fácil destruirlo todo y levantar el vuelo
No resulta fácil encontrar de nuevo a quien decir te quiero
No resulta fácil inventarse un beso,
NI esa playa blanca que era nuestro lecho
No resulta fácil despertar el día con un beso nuevo.

No hay primavera que me arrastre hasta sus flores
ni cantan en mi huerto los ruiseñores
es tu distancia estando cerca la que más duele
y tu mirada quieta la que me hiere.

No resulta fácil olvidarlo todo y empezar de nuevo.

Amor, mi gran amor 

¿No sabes dónde puse mis anteojos?… ¡Me estoy últimamente distrayendo!…
¿Será por el embrujo de tus ojos o acaso porque estoy envejeciendo?…
¿A ver, que te parece este poema?… ¿Has visto qué bonita está la tarde?…
¿Por qué será que todos mis esquemas se rompen solamente con mirarte?…
Son muchos ya los años que toleras mis horas de tristeza y de alegría…
la dura realidad y las quimeras y un amplio repertorio de manías.
Convocas mis anhelos y mis versos, mis gustos, mis amigos, mis ausencias
y tornas los momentos más adversos en dicha, nada más con tu presencia.
Amor, mi gran amor, mi buen amor, mi alero.
Amor, mi venturero amor, maravilloso amor, te quiero.
Eres mucho más de lo que soy y hacia donde voy, cuando me voy…
Amor, inalterable amor, mi luminoso gran amor.

-¿cómo se hace para poner la otra mejilla  con un hijo que se droga y me usa cuando me necesita?
-GL: No es aplicable en este caso la imagen de poner la otra mejilla. De lo que se trata es de buscar cambios de ir a favor de la vida, de lo que se trata es de la resurrección. Si te está usando, si poner la otra mejilla va en detrimento de su vida, no la pongas. Y no solo eso: si tenés que devolver bofetada por bofetada, hacelo. Si tenés que poner un límite, hacelo. Tenemos que ser flexibles y darnos cuenta de cual es la urgencia de la situación, cual es el tipo de actitud que yo debo adoptar y el amor nos guía en cada una de las circunstancias. Habitualmente lo que más necesita un hijo que se droga, es límites. Ese es el rostro que adopta el amor cuando le hace falta. Lo hizo Jesús al decir “sepulcros blanqueados, raza de víboras…ustedes, los que ponen cargas más pesadas sobre las espaldas de los demás y no son capaces de moverlas…hipócritas” No puso la otra mejilla: la verdad. Don y verdad: las dos fibras del tejido de la vida

    La poda personal que supone el ser yo la persona difícil en una pareja –tenías que podar ramas para que pueda crecer el árbol de al lado- y el buen resultado que se obtiene de esa poda, nos indica que nuestra pareja es la persona apta y es un instrumento de Dios para que aprendamos esa lección. Si no hubiéramos estado con esa persona sino con otra que no era la adecuada, seguramente los costos hubieran sido más altos: tal vez los costos lo pagaban los hijos, o el quedarnos solos. ¡Qué generosa crisis la que nos enseña a cortarnos ramas!

No conforme con tus ojos te propongo menos cielo, más abrazo
hace tiempo que te sueño y ya no sé como explicárselo a estas manos

Que se rompe en el espacio cuando pasas simplemente caminando
cuanta estrella llevas puesta en la silueta que me sigue deslumbrando

No es la noche ni el café lo que me obliga a caminar por esta casa
esta maldita incomprensión que no despega de tu cuerpo la mirada

Sigues siendo irremediable imprescindible para todo lo que estalla
como luna irrepetible como viento entre las ramas

Mujer para el sol de mañana mujer hasta el borde
del alba mujer que te pierdo y encuentro mujer para fuera, mujer para dentro
Mujer desafiando a los astros mujer que camina
sin rastro mujer que me abrazas el alma
mujer que me robas mujer que me robas la calma

De tu boca tengo el sueño cada noche, cada luna solitaria
de tu pecho el medio sol al horizonte que se pierde, que se escapa

Sigo siendo para el fuego y el dolor, para el miedo y el olvido
no me pidas que defina un corazón desatándote el vestido

Mujer para el sol mujer que me robas mujer que me robas la calma

Alejandro Filio

    Entre lecturas, experiencia, reflexiones, todo lo que no se pinchó cuando vi mi goma resistente y me llevó a pensar en el amor neumático, sigue. Tendrá otros capítulos.
                                                                                                     Gabriela Lasanta

COMO EL PRIMER DIA Alberto Cortez
Te sigo queriendo como el primer día, con esta alegría con que voy viviendo.
Más que en el relevo de las cosas idas en la expectativas de los logros nuevos.
Como el primer día de un sentir primero, como el alfarero de mi fantasía.
Con la algarabía de un tamborilero y el gemir austero de una letanía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, valga la osadía, con la garantía de mis pobre sueños,
es decir, empeños porque todavía, vive el alma mía de seguir creyendo.
Como el primer día, como el primer beso y el primer exceso de melancolía.
Como la folía del primer intento, como el argumento de una profecía.
Como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo, si no lo diría, sé que no podría con mis sentimientos,
lo que llevo adentro se convertiría en una jauría de remordimientos.
Como el primer día eres el velero, la estrella y el viento de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento, mi mejor acento, mi soberanía.
Como el primer día te sigo queriendo.